Clásicos Gerenciales
¿Sabe alguien cuánto vale el día de HOY?
Por: Juan Carlos Caramés Paz
Alguna vez te has planteado una pregunta como ésta. A mí se me
ocurrió hace poco, en una conferencia, cuando alguien estaba haciendo
una reflexión sobre el valor que le damos a la vida y al recurso más
corto que tenemos los seres humanos, el tiempo.
El tiempo es eterno para muchos, pero muy corto para los vivos. Muy
extenso para el heroísmo, pero cortico para el respiro. Amplio para el
recuerdo, mínimo para el suspiro.
Como dije anteriormente el día de hoy vale, si tenemos vida. Vale más
si no estamos enfermos, y mucho más si estamos enamorados. Pero sano o
enfermo, sin vida, no valemos nada.
Por ello es importante llenar de vida a la vida. Reflexionen en
familia, o en pareja, sobre una colección de planteamientos, que han
realizado algunas personas sobre la vida, para dar más valor al día de
hoy, y demostrarle con respeto lo que ella merece…
Arturo Graf, dijo una vez: “La vida es un negocio en
el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una
pérdida”. Y todos sabemos que la gran pérdida de la vida es la muerte.
Por eso llaman al pecado más pecado, perder segundos de vida, perder
minutos de vida, perder horas de vida. Sobre todo cuando se pierden por
lo que no se puede controlar, por lo que ya pasó, y por lo que no puede
volver atrás. La vida sigue, uno es el que tiene que cambiar, el
enfoque, la percepción, la realidad.
Joaquín Sabina dice: “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse…”.
Por eso hoy es un día para incrementar tu cartera de aprendizaje
positivo. Por ejemplo, es sabio aquel que se la pasa viendo el lado
brillante de las situaciones. No seas de esos que se quedan contemplando
lo oscuro, buscando justificaciones para sentirse inferior y exagerando
tus limitaciones, que muchas veces solo están en tu cabecita.
La felicidad está por dentro, encerrado en la riqueza o pobreza de
los pensamientos que eliges creer. Hay pensamientos que serían muy bueno
desechar, complican los sentimientos y justifican el cómo eliges
sentirte hoy.
Alejando Sanz, en unas de sus canciones dice: “Viaja
a los rincones que significan algo para ti, allí donde ocurrieron las
cosas importantes de tu vida”.
Hoy es la perfecta justificación para decidir a qué rincón deseas
regresar, o qué nuevo rincón deseas agregar a tu larga colección de
experiencias. Hoy es perfecto para eso, para decidir ir a dónde desees
ir. No esperes a sentir nunca esa expresión que escuchas de muchos: “Ve,
que ya yo no puedo; atrévete tú, que yo no fui capaz; hazlo ahora, que
yo nunca me atreví”.
Doménico Cieri Estrada, escribió una vez: “La vida
es como las naranjas, hay que sacarles el jugo a tiempo…”. Y que verdad
más pura, como para pensarlo y decidir de una vez por todas nunca más
decir “Yo quise, pero nunca me atreví”. Mucha gente tiene que entender
que muchas veces en la vida nada sucede cómo deseábamos, cómo suponíamos
ni cómo teníamos previsto. La vida sigue, y somos responsables de
enderezar la carga, de regresar al origen y de aventurar en la emoción
de lo desconocido.
Si eres un profesional del negativismo, seguro estarías conforme con
la expresión “La vida es dura, después de todo te mata”. Pero, al
contrario, si eres un profesional del positivismo, estarías de acuerdo
con la expresión “La vida, obra maestra de la arena, entre dos olas”.
La vida no se pierde al morir, se pierde minuto a minuto, se arrastra
día a día, en mil pequeños descuidos. Hay una ley de vida, cruel y
exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más
por seguir siendo el mismo.
Robert Louis Stevenson, escribió una vez: “Hay solamente una diferencia entre una larga vida y una buena cena: en la cena, el postre llega al final”.
Cada día es una pequeña vida, cada día es una nueva oportunidad, cada
día despierta la belleza de un sueño que está esperando convertirse en
realidad.
Por todo lo que han escrito, las personas que he nombrado hasta
ahora, podemos llegar a la conclusión de que hay que agregarle más vida a
hoy. Agregarle valor a hoy, significa entender que hay momentos en la
vida que valen años. Búscalos, persíguelos, invéntalos. Para eso late el
corazón, para recrearnos de colores.
Agregarle más valor a hoy, significa entender “no se tome la vida
demasiado en serio; nunca saldrá usted vivo de ella”. Hay que saber
llenar de satisfacción, placer y paz, algunos de los segundos de cada
hoy.
Agregarle más y más valor a hoy, significa reflexionar sobre algo que
dijo en vida Steve Jobs, “Si vives cada día de tu vida como si fuera el
último, algún día realmente tendrás razón”.
Agregarle más, más y más valor al día de hoy, es asimilar que la vida es lo poco que nos sobra de la muerte.
Charles Chaplin, alguien que muchos jóvenes no saben
quién es, dijo una vez “Existe algo tan inevitable como la muerte: la
vida”, y eso vale hoy. Por eso el compromiso de mantenerla, de luchar
por ella, de saborear su jugo, de sentir su aroma. El mismo Chaplin dijo
“Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da tiempo para
más”.
Uno no reconoce los momentos realmente importantes en su vida hasta
que es demasiado tarde. Por ello finalizo con una belleza de frase, de
Pietro Metastasio, que en sus cortas palabras, encierra una eterna
sabiduría: “La vida se mide por hechos, no por días”. Vive al máximo
cada HOY…
@juanccarames
juancarloscaramespaz@gmail.com