domingo, 18 de noviembre de 2012

Punto y Aparte |  MENTE Y ESPÍRITU

Potencia tus recursos

por MAYTTE  |  imagen: FOTO: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE DE 2012

Fuimos a pasar el fin de semana con unos amigos a los que hacía mucho tiempo no veíamos. La simple pregunta que nos hacemos cuando nos encontramos con alguien: ¿Cómo han estado?, desató toda una historia de eventos difíciles por los que habían pasado. Al final, después de escucharlos y conversar con ellos sobre todo lo sucedido, llegamos a la conclusión de que a pesar de todo lo que tuvieron que enfrentar, siempre recibieron el apoyo que suavizó el proceso y les dio ánimo para cerrar ese capítulo y volver a comenzar.

Lamentablemente, en muchos casos nos cuesta trabajo reconocer y valorar lo positivo que también nos ocurre cada día, porque estamos muy bien entrenados a fijarnos en lo negativo, teniendo el hábito de exagerarlo, para resaltarlo y llamar la atención de los demás. Deberíamos conscientemente invertir ese proceso y, más bien, dedicarnos a buscar y reconocer todos los recursos, las herramientas y las posibilidades que también tenemos para afrontar los cambios, lo inesperado y la dificultad de una mejor manera, entendiendo estos últimos como parte natural de la vida, sin que nos frenen, nos paralicen o nos roben el optimismo, la confianza y la alegría de vivir.

Comencemos a contar y a tener presentes nuestras bendiciones: estar vivos y saludables, tener el amor de nuestras personas queridas, la compañía y el apoyo de los amigos, un lugar donde vivir, la posibilidad de obtener los recursos o la información que nos hagan falta... pasando por el entorno natural maravilloso donde se desenvuelve nuestra vida diaria.

Lo maravilloso de la vida es que, después de hacer una buena reflexión, siempre podemos hacer los ajustes necesarios en nuestra actitud y estilo de vida para superarlo, aprender de ello.

La felicidad es posible y depende de nuestra capacidad de percibir y valorar todo lo positivo que hay en nuestra vida.

Claves para lograrlo
Supera cualquier sentimiento de víctima que puedas tener, recuerda que solo somos víctimas de nosotros mismos cuando les permitimos a otros que nos afecten con sus comentarios o actitudes. ¡Decide ser feliz!

La mejor manera de tener una vida plena es viviendo momento a momento. Deja de sufrir por el aspecto negativo de tu pasado y evita preocuparte por la incertidumbre del futuro, vive en presente con el compromiso de realizar tu mejor esfuerzo dirigido a construir un futuro maravilloso.

Desarrolla el hábito de buscar siempre lo positivo dentro de cada situación, aun cuando te parezca negativa inicialmente. Tener ideas y pensamientos más positivos te permitirá convertirte en tu mejor aliado al momento de tomar las oportunidades que te ofrezca la vida.

sábado, 11 de agosto de 2012

Mal presagio

De todos los medios estatales, probablemente Telesur sea el que ha mostrado la cobertura más respetuosa a la campaña del candidato presidencial de la derecha, Henrique Capriles Radonski. Éste, sin embargo, acaba de arremeter contra ese canal al increpar, en forma por demás infeliz, a la periodista Madeleine García con un reclamo que revela muy poca tolerancia ante la crítica y presagian tiempos muy aciagos para la libertad de opinión en un hipotético, muy hipotético, gobierno suyo.

“Madeleine, ¿tú sigues en Telesur?” La pregunta, supuestamente inocente, fue el recibimiento que le dio el candidato a la periodista antes de que ésta pudiera articular palabra en una rueda de prensa convocada por él para hacer un balance del primer mes de la campaña electoral.

El Flaquito, como le gusta hacerse llamar, hurgaba en su teléfono mientras se dirigía a Madeleine: “Si me permiten un momentico, aquí tengo algo que te quiero leer (en) la página web de Telesur: ‘Capriles: peón de los Estados Unidos en Venezuela.’ Para que tengamos el respeto: yo creo que tú buscas cualquier medio y ningún medio dice eso sobre el candidato del Gobierno. O sea, yo creo que el Sistema de Medios Públicos…

Creo que podemos mantener la altura en este proceso de campaña. Eso no es correcto, eso es una página de un medio que también es mío. Eso no es un medio de un partido político”.

Cualquier desprevenido, con base en la queja de Capriles, podría imaginar que eso de “peón de los EEUU en Venezuela” es la forma como el canal identifica al candidato en su página web cada vez que lo menciona o, incluso, en su pantalla. Pero no. Resulta que esa expresión que tanto ofendió a Capriles corresponde al titular de un artículo de opinión, publicado en www.telesurtv.net, bajo la firma y responsabilidad de su autor, Miguel Ángel Ferrer, quien ofrece una serie de argumentos para catalogar a Capriles como agente de EEUU y también de la extrema derecha colombiana. Recuerda, entre otras cosas, su figuración en el asedio a la embajada de Cuba durante el golpe de Estado de abril de 2002.

Es obvio que el candidato tiene derecho a discrepar de esa opinión y a expresar su desacuerdo. Lo insólito es que Capriles arremeta contra el medio por publicar un artículo que le desagrada y se lo enrostre a la periodista, no siendo de su autoría, para luego utilizar esa hoja de parra para tachar con un veto explícito a la televisora. Si esa es su actitud como candidato, ¿qué esperar de él si llegara a convertirse en Presidente?

Expresó Capriles: “Yo lo digo porque en 60 días tenemos un proceso electoral y esta realidad va a cambiar y debemos ir preparándonos porque esto es poco serio. No lo voy a leer completo porque es largo. Pero Telesur, esa su definición hacia mi persona. No estoy de acuerdo, o sea”.

Y añadió: “En estos días alguien de Telesur estaba pidiendo una entrevista… Vamos a empezar a respetarnos para tener una entre- vista, porque si no, imagínate. Si yo digo A y tú después vas y dices B, ¿qué sentido tiene que hagamos la entrevista? Ninguno”.

Una verdadera galleta argumental. ¿Qué tiene que ver la publicación de un artículo de opinión con la realización o no de una entrevista? ¿El codo guarda alguna relación con las pestañas? Ya sus escoltas suelen hacer lo imposible para impedir que periodistas de los medios públicos se le acerquen en sus actividades proselitistas. Ahora es él mismo quien deja en evidencia su temor enfrentar preguntas no complacientes.

Si fuese un mejor lector, no digamos de libros, al menos sí de periódicos, el candidato se daría por enterado de la avalancha de artículos de opinión que desde 1992, y sobre todo a partir de 1998, se publican a diario en la prensa venezolana contra su contrincante, a quien paradójicamente suelen dirigirse las acusaciones de intolerancia y persecución a la prensa libre. Basta darse un paseo por periódicos y páginas web para corroborar cuán activa está la venerable triple A (Alianza de Articulistas Antichavistas), así bautizada por el siempre ingenioso Clodovaldo Hernández.

Esa escasa tolerancia a la crítica, a la discrepancia, supuestamente patrimonio de su adversario, forma parte del arsenal de razones que hacen recordar los antecedentes fachos de Capriles y su partido, que en 2002 encabezaron la cacería de brujas contra figuras chavistas en medio del golpe de Estado.

De aquellas persecuciones escribió Milagros Socorro (que de chavista no tiene un pelo) en El Nacional del 13 de abril de 2002, frescas las imágenes de las detenciones arbitrarias de Tarek William Saab, Ramón Rodríguez Chacín y Ronald Blanco la Cruz por parte de la “sociedad civil” extasiada de fascismo: “Si es cierto que [durante el gobierno de Chávez] muchos compatriotas fueron hostilizados con insultos del propio mandatario, con llamadas telefónicas amenazantes perpetradas por sus seguidores, con cartas insultantes, con impertinencias de algún borracho de tres al cuarto y hasta con piquetes de desarrapados que vomitaron su rabia fachada de por medio, es preciso reconocer que ninguno fue sacado a rastras de su casa, ante la mirada horrorizada de sus hijos, para ser detenido y expuesto al desprecio público”.

Eso ocurrió la última vez que la derecha tuvo el poder. Ahora Capriles intenta lavar su cara y sembrar amnesia, cambiando la gorra negra del fascismo que hasta hace poco utilizó la oposición, por una tricolor. Esa cachucha fue diseñada y popularizada por Clase Media en Positivo, colectivo de profesionales chavistas que dieron un paso al frente en medio del paro sabotaje petrolero del 2002-2003, del cual Capriles y su gente quieren ahora que todos olvidemos. Por fortuna el pueblo tiene memoria y así lo expresará el 7 de octubre.

Ah, y Madeleine seguirá trabajando en Telesur.

Villegasccs@gmail.com

Adeco

Memorias de un escuálido en decadencia

Adeco

¡Estamos ocultando muchas vainas! ¿Cómo va a negar Embajada Radonski que es un candidato adeco-copeyano? Esa vaina no se puede negar. Y eso nos pasa por pendejos. Vino el dictador y lo digo bien clarito: “¿Quién es el candidato adeco?”. Y todos esos chavistas contentísimos gritaron: “Embajada”. Y por mucho que queramos que no  nos acompañe el compañero Ramos Allup – y menos mal, porque ese tiene una lengua que hasta nos llamó petimetres y lechuguinos y maripositas- o el compañero Omar Barboza, ya todo el mundo sabe que somos el candidato adeco.Ah, pero nosotros seguimos creyendo que el pueblo –ese montón de marginales chavistas- es pendejo. Es decir, nosotros creemos que los podemos engañar otra vez, que les decimos: “Toma tu plancha de zinc y arma tu rancho y nos vemos en las próximas elecciones”. No, esa vaina lo hicimos en el pasado, ahora esa gente aprendió y sabe cómo se bate el cobre. Lo que pasa es que nosotros queremos hacer lo que nos da la gana. Forjamos un documento militar y qué fue, qué vas decir, aquí manda Papá Montero,  y ya está. Así pensamos nosotros. Nosotros sabemos que Embajada Radonski no tiene nada en la cabeza, bueno, ahora sí tiene, porque tiene la  gorra que no se la quita para que se moleste el CNE, y es bueno que la tenga, porque así, por lo menos tiene algo en la cabeza.
Y el papá de Margot, el otro día, hablando por teléfono, le estaba formando un peo a un amigo, y le decía: “Pero que le cuesta  a ese pendejo decir que sí es adeco y sí es copeyano y sí es de Bandera Roja y sí es masista y sí es todo lo que le dé la gana. Yo prefiero salir a recorrer el país con Ramos Allup y Omar Barboza que sí conocen lo que queda de Venezuela, y no con ese tal Ecarry, que no sabe dónde carajo queda Carapacho”. Así decía el papá de Margot mientras nosotros veíamos una rueda de prensa de Embajada Radonski, donde decía que él no iba a regalar el petróleo, y en ese momento lo escuchó el papá de Margot y dijo: “Mira lo que está diciendo ahora, que él no va a regalar el petróleo, claro, como a él le han regalado de todo, desde una diputación hasta una gobernación, ahora dice esas pendejadas, no sabe lo que dice ese muchacho, pero tenemos que morir con él”.
Así que seamos sinceros: de nuevo no tenemos un carajo. Y adecos somos y en el camino andamos con Copey y el Mas y Bandera Roja y Primero Justicia, que es el partido que se quiere coger la candidatura de Embajada para ellos. Parece que nunca vamos a ser sinceros y nos importa un carajo mentirle a la gente.
robertomalaver@gmail.com
- Ponme la mano aquí, Macorina.- me canta Margot.

jueves, 26 de julio de 2012

Conflictos en la relación de pareja

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX2xLU3szO8RRDdcZm3LxCtrAjA9ioCD-yQnlICL581Pp13HNSR67a3-Ulfo2jliQcNHfXt1ob6iYGnKKgRb0UvlS_PHgZBnZ6olTI9Y8F2QR_LIkDKQ6qG-GFAyu9N7jDRFbHFTATawE/s1600/problemas-de-pareja.jpgLos conflictos en la relación  de pareja son algo que se va a dar, es inevitable. En ocasiones entramos a una  relación con una falsa expectativa y cuando enfrentamos la realidad vienen la frustración, el desánimo y hasta la separación. Existen varios factores que los provocan, problemas económicos, diferentes caracteres, diferentes gustos, trasfondos culturales etc. El asunto es saber como enfrentarlos para que nuestra relación salga más fuerte luego de este conflicto.

A. Considera las Diferencias
1. De género
2. De temperamento
3. De trasfondo familiar
4. De trasfondo cultural

B. Establece una buena Comunicación
1. Estés dispuesto a escuchar y no responder hasta que la pareja termine de hablar.
2. No prepares tu respuesta mientras "escuchas" lo que te dicen.
3. No anticipes, mejor escucha...
4. Piensa primero en lugar de apresurarte con tus palabras
5. No emplees el silencio para molestar.
6. Explica claramente por qué dudas en responder al momento.
7. Habla de tal manera que tu pareja pueda comprender y aceptar lo que dices.


C. Ten una pelea limpia
1. Es posible mostrar desacuerdo sin necesidad de ofender.
2. Ataca al problema y no a la pareja
3. Céntrate en un solo problema a la vez. No saques cosas del pasado.
4. Firmeza en el asunto, suavidad en las maneras"
5. Evita "martillar"
6. Prohibidos los insultos y lo gritos
7. No utilices tu “arma favorita”
8. Si el asunto se complica, abre un espacio para las treguas.
9. Decide anticipadamente cuando poner fin a una discusión.
10. Dale a las ofensas un tratamiento que te permita crear lazos de comunicación.
11. Reconoce tu falta y pide perdón
12. Perdona

domingo, 8 de julio de 2012

La soberbia
La soberbia consiste en concederse más meritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y, por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia. Sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, estar por encima de todos lo que le rodean.
La soberbia es intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base, el balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento público de sus logros. Para un psiquiatra, estamos ante lo que se llama una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso. Ante la soberbia dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño. En la soberbia uno tiene una enfermedad en el modo de estimarse a sí mismo, en una pasión que tiene sus raíces en los sótanos de la personalidad en donde brota el error por exceso de autonivel.
No podemos olvidar que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo.
Lo contrario de la soberbia es la humildad. Todo el edificio de la persona equilibrada se basa en una mezcla de humildad y autoestima. Una persona que reconoce sus defectos, lucha por combatirlos y, a la vez, tiene confianza y seguridad en sus posibilidades. Entre la soberbia, el orgullo y la vanidad hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa. Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber ser humilde es saber amar lo sencillo, así se tarde tiempo en llegar a ese grado de conciencia. El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.
Este viernes 6 estaré en la Librería Alpha y Luz (Tlf. 711.06.80) dictando la charla Inteligencia Espiritual. Hora: 7:00 p.m. Los espero.
(*) Escritor, conferencista, autor del libro Retomando Nuestra Esencia.
Alivio para las articulaciones

Por Ronmer Piamo con información de BrandCom

Uno de los padecimientos más frecuentes es la artrosis u osteoartritis, la cual afecta comúnmente a las articulaciones principalmente, entre otras parte del cuerpo. Estas dolencias son en su mayoría crónicas y pueden perdurar o incrementarse a pesar del uso de tratamiento que incluye medidas farmacológicas y no farmacológicas dirigidas a aliviar el dolor y mejorar la función articular.
La doctora Patricia Bonilla, médico anestesiólogo, especialista en dolor y Medicina Paliativa y Presidente de la Sociedad Venezolana de Medicina Paliativa, nos ofrece una serie de aspectos importantes que se deben tomar en cuenta cuando se atraviesa por una afección de este tipo.
En ocasiones dependiendo del tipo de dolor y su intensidad pueden ser aplicadas infiltraciones locales que ofrecen alivio inmediato y aceleran el proceso de recuperación. Las infiltraciones de esteroide o sustancias antiinflamatorias esteroideas, son un arma terapéutica utilizada desde mediados del siglo XX con resultados que demuestran mejorías a corto plazo y evitan cirugías.
La infiltración consiste en la aplicación de una inyección, intraarticular o en elementos no articulares, de sustancias con efectos antiinflamatorio y analgésico que tratan de alcanzar efectos perecederos o definitivos en la mejoría de procesos que afectan el aparato locomotor.
Los medicamentos con glucocorticoide (hormona) tienen una potente acción antiinflamatoria, e inmunosupresora con mínima acción mineralcorticoide, es decir, retiene poca agua y sodio. Actualmente, el mercado farmacéutico venezolano cuenta con medicamentos presentados en una solución acuosa desarrollada con nanotecnología, lo que permite que la mezcla sea más homogénea, menos dolorosa su aplicación y brinde una acción antiinflamatoria efectiva.
Aliviando las dolencias
 
El empleo de estas infiltraciones con este tipo de medicamentos es de gran ayuda  en procesos inflamatorios agudos o crónicos reagudizados de las articulaciones con excelentes resultados, tales como: 
 
Hombro (Tendinitis bicipital, bursitis subacromial, capsulitis adhesiva); Codo (Epicondilitis, síndrome del túnel cubital, bursitis oleocraneana); Carpo y Mano (Síndrome del túnel carpiano, ganglión, dedo en gatillo); Cadera (Bursitis trocantérea); Rodilla (Bursitis anserina y prepatelar); Pie (Tendinitis aquilea, síndrome del túnel del tarso, espolón calcáneo, dedos en gatillo). 
 
Estas infiltraciones intraarticulares tienen mayor número de reportes y son las que se han estudiado mejor. Por su parte, las infiltraciones extraarticulares son usadas en lesiones agudas deportivas y síndromes de compresión nerviosa. 
 
Las infiltraciones en ortopedia, tanto intraarticulares como en estructuras periarticulares, son seguras y efectivas mientras sea aplicado por un profesional del área. 
 
Asimismo, existen situaciones donde su aplicación está contraindicada, a continuación algunas consideraciones: 
 
Hipertensión no controlada, Trastornos severos de coagulación, Alergia a alguno de los componentes que se va a colocar, infección cercana al sitio de la infiltración, infiltraciones repetidas que no han tenido éxito, pacientes depresivos, ausencia de diagnóstico preciso, diabetes mellitus, uso de prótesis. 
 
Este tipo de infiltraciones ha logrado un impacto emocional, físico y económico positivo en los afectados; por su potencia y duración, como por sus mínimos efectos colaterales y su relación costo-beneficio, ya que se pueden evitar eventos quirúrgicos.
Punto y Aparte |  MENTE Y ESPÍRITU

Claves para mejorar tu vida

por MAYTTE | imagen: FOTO: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | DOMINGO 8 DE JULIO DE 2012

Ver también

Todos soñamos con una vida mejor, hacemos propósitos, creamos estrategias para conseguirla, pero no damos los pasos necesarios para concretar nuestro sueño. El ingrediente que nos hace falta para lograrlo es, simplemente, ¡actuar! Dar el primer paso, luego el segundo, el tercero y todos los que sean necesarios hasta obtener lo que deseamos. Solo en ese momento desarrollaremos la voluntad, la disciplina y la determinación que nos impulsen a perseverar en nuestro esfuerzo.

Vivamos la vida como lo que es, una oportunidad diaria de aprender, transformarnos, de experimentar y hacer las cosas que nos gustan, de sentirnos a gusto con quienes somos, de servir y apoyar a otras personas y de sembrar, en nuestro entorno inmediato, un poco de paz, amor, gentileza, confianza, tolerancia y esperanza.

Date una nueva oportunidad. Vuelve a comenzar aun cuando pienses que ya lo has intentado todo y no te ha funcionado. Tu vida no volverá a ser nunca la misma, estoy segura de que descubrirás que no hay sueños imposibles ni metas inalcanzables.

Acepta lo que no puedes cambiar
Acepta tu realidad, si no la puedes cambiar en este instante, deja de sufrir y de pensar que no es justo lo que estás viviendo... Vamos, acepta y pregúntate qué puedes hacer para resolverlo. Y ponte en acción.
Cambia lo que esté en tus manos
Define tus metas y comienza a trabajar. Con voluntad y constancia lograrás bajar y mantener tu peso ideal, mejorar tu situación económica, recuperar la salud y potenciar tu bienestar. Cambia tus hábitos y rutinas equivocadas, transforma tu actitud y fortalece la voluntad... hazlo poco a poco, pero sin detenerte y sin dudar.

No busques atajos 
En muchos momentos nos gustaría que las cosas se resolvieran por sí solas o que se presentaran de una mejor manera, sin tener que hacer esfuerzo alguno para conseguirlas, como por arte de algún tipo de magia... No te dejes manipular, investiga y pide garantías, usa el discernimiento y no te dejes engañar por otros que te ofrecen una solución instantánea. Tal vez no sea tan fácil al principio, pero es posible lograrlo. ¡Tú puedes hacerlo!

Suelta el paso
Toma la decisión de soltar los recuerdos negativos del pasado, vivir tu duelo y sanar emocionalmente de manera que puedas vivir el presente, atento a reconocer y a valorar todas las oportunidades y las bendiciones que lleguen a tu vida. No permitas que el pasado doloroso se interponga entre tú y la felicidad, trabaja en el perdón y sana emocionalmente.

Mantén una buena actitud 
Mejora tu actitud ante la vida, espera siempre lo mejor y trabaja para conseguirlo. Cuida tus palabras y frases más comunes, tratando de que sean siempre afirmativas y positivas. Practica la sonrisa, especialmente en los momentos en los que te encuentras solo y ensimismado en tus pensamientos; de esta manera te será más fácil mantener una actitud positiva.

domingo, 1 de julio de 2012

domingo, 24 de junio de 2012

Clásicos Gerenciales Cuánto vale “suponer” en la comunicación Por: Juan Carlos Caramés Paz Siempre comento en mis conferencias que el significado de la comunicación, es la respuesta que usted recibe. Buena o mala, pero es la respuesta que usted recibe. Comunicación es en verdad lograr un espacio de común acuerdo entre dos o más personas, a partir de una comprensión mutua de pensamientos, emociones y necesidades. Pero esta comunicación no siempre es efectiva, por no decir una muy buena cantidad de veces. Hay muchos factores que la afectan, que la degradan, que le restan precisión, sintonía y claridad. Uno de los factores principales que afecta a la comunicación, es la “Suposición”, es decir, suponer que el otro supone. Alguna vez le ha pasado suponer que la otra persona suponga, lo que se supone debería suceder. Hacer lo contrario, traer lo que no es, vestirse de un color diferente, dejar la maleta, imprimir un certificado con información incorrecta, ir al banco sin llevar el cheque para depositar (que se suponían alguien debió colocar en el sobre a llevar), llegar a la reunión cuando no correspondía. Hace poco asistía a un cliente en un evento, el cual haríamos en algunas ciudades distintas del país, y dos de ellas fuera de Venezuela. Eran unos cuantos viajes en avión. Semanas antes me habían enviado, en varios correos todos los pasajes para los vuelos, con sus lugares de salida y llegada, además de sus escalas. Los primeros correos que había revisado estaban correctos. Todo era lo acordado con mi cliente. Cada pasaje correspondía a la logística acordada. Había un correo que, por cosas de las urgencias del día a día, no me había tomado el tiempo para revisar. Y los días pasaban, y la fecha de partida se acercaba. Por dejar que lo importante se convierta en urgente, la fecha de partida había llegado. Y todo estaba saliendo como se había acordado. Di mi conferencia, y mi regreso era para el día siguiente. Me levanté a las cuatro de la madrugada, para evitar alguna complicación en mi salida y llegué de tercero a la fila de chequeo en la aerolínea. Cuando me tocó el turno, di en el mostrador mi pasaporte y boleto. Noté que los segundos pasaban y no me daban mi ticket de abordaje. El agente chequeaba y chequeaba, hasta que vi su mirada delatadora. Con una cara de perplejo, me informaba que mi regreso estaba en sistema, el 15, pero del mes siguiente. En otro artículo les cuento lo que me pasó en esos cuatro días que tuve que esperar para regresar a Venezuela. Nunca olvides esta máxima que dice: “Sólo hay comunicación, si hay validación”. Suponer te puede salir caro. Cuando supones lo obvio, ya tienes asegurado un margen de por lo menos un cincuenta por ciento de error. SI, como lo acabas de leer, 50%, de posibilidad de un gran y tremendo error. Cuando supones, y de verdad ocurre lo que no debía suceder, siempre hay partes que se afectan emocionalmente. Cuando me refiero a partes, hablo de seres humanos. Sin querer, comenzamos a buscar culpables, hasta marear en frustración. La rabia y la frustración son las emociones que más suelen acompañar a la suposición, en el proceso de la comunicación. Cuando supones, y pasa todo lo contrario a lo acordado, los costos presupuestados se afectan desde lo poco imaginado, hasta lo increíblemente lamentado. Por cierto esta partida no existe en la contabilidad financiera tradicional. Cuánto puede costar, suponer que tu pareja trajo la cámara para ese viaje especial, del cual tu tanto tiempo planificaste, cuando en verdad se le quedó por salir apurada para el aeropuerto. O peor, cuánto puede costar, que aún después de filmar y ver varias veces tu grabación, vino alguien y grabó por encima de lo que tú tenías, por solo no preguntar si se podía grabar. Te imaginas que te pase, sobre una grabación de diez días en la Gran Sabana. Cuando supones, se desgasta la relación, y hasta la confianza se ve fracturada. Reincidentes equivocaciones por suponer, generan relaciones de incertidumbre, que erosionan la química de la semántica comunicacional. Pocos o nadie, confía en nadie. Cuando supones, pones en su máxima expresión la frustración de no haber revisado. Y más cuando recuerdas, que validar la suposición, la mayoría de las veces, solo toma unos cuantos segundos. ¿Qué puedes hacer para no ser otra víctima o no tener otro día de frustración por suponer? Es muy sencillo. Primero, lo que comenté hace pocas líneas, acostúmbrate a tomarte esos segundos para verificar lo que debería pasar, lo que lógicamente debe suceder. Segundo, retroalimente con su interlocutor lo conversado, lo acordado. Acostúmbrate al final de una conversación, hacer un resumen de lo tratado y un chequeo de acuerdos y/o decisiones tomados. Es increíble la cantidad de transacciones negativas que tienen parejas, amigos y compañeros de trabajo, por no retroalimentar lo acordado. Cuando ello se hace, ya son dos los responsables, ya es más complicado lanzar culpables y diretes, que tanto desgastan y complican las relaciones. Tercero, y último, nunca olvides el embudo de la comunicación, no es lo mismo lo que tú quieres decir, a lo que el otro oye. No es lo mismo lo que él escucha, a lo que él comprende. Y tampoco, no es lo mismo lo que él rec

Clásicos Gerenciales
Cuánto vale “suponer” en la comunicación
Por: Juan Carlos Caramés Paz
Siempre comento en mis conferencias que el significado de la comunicación, es la respuesta que usted recibe. Buena o mala, pero es la respuesta que usted recibe. 
Comunicación es en verdad lograr un espacio de común acuerdo entre dos o más personas,  a partir de una comprensión mutua de pensamientos,  emociones y necesidades. Pero esta comunicación no siempre es efectiva, por no decir una muy buena cantidad de veces. Hay muchos factores que la afectan, que la degradan, que le restan precisión, sintonía y claridad. 
Uno de los factores principales que afecta a la comunicación, es la “Suposición”, es decir, suponer que el otro supone. 
Alguna vez le ha pasado suponer que la otra persona suponga, lo que se supone debería suceder. Hacer lo contrario, traer lo que no es, vestirse de un color diferente, dejar la maleta, imprimir un certificado con información incorrecta, ir al banco sin llevar el cheque para depositar (que se suponían alguien debió colocar en el sobre a llevar), llegar a la reunión cuando no correspondía. 
Hace poco asistía a un cliente en un evento, el cual haríamos en algunas ciudades distintas del país, y dos de ellas fuera de Venezuela. Eran unos cuantos viajes en avión. Semanas antes me habían enviado, en varios correos todos los pasajes para los vuelos, con sus lugares de salida y llegada, además de sus escalas. 
Los primeros correos que había revisado estaban correctos. Todo era lo acordado con mi cliente. Cada pasaje correspondía a la logística acordada. Había un correo que, por cosas de las urgencias del día a día, no me había tomado el tiempo para revisar. Y los días pasaban, y la fecha de partida se acercaba. 
Por dejar que lo importante se convierta en urgente, la fecha de partida había llegado. Y todo estaba saliendo como se había acordado. Di mi conferencia, y mi regreso era para el día siguiente. Me levanté a las cuatro de la madrugada, para evitar alguna complicación en mi salida y llegué de tercero a la fila de chequeo en la aerolínea. 
Cuando me tocó el turno, di en el mostrador mi pasaporte y boleto. Noté que los segundos pasaban y no me daban mi ticket de abordaje. El agente chequeaba y chequeaba, hasta que vi su mirada delatadora. Con una cara de perplejo, me informaba que mi regreso estaba en sistema, el 15, pero del mes siguiente. En otro artículo les cuento lo que me pasó en esos cuatro días que tuve que esperar para regresar a Venezuela. 
Nunca olvides esta máxima que dice: “Sólo hay comunicación, si hay validación”. 
Suponer te puede salir caro. 
Cuando supones lo obvio, ya tienes asegurado un margen de por lo menos un cincuenta por ciento de error. SI, como lo acabas de leer, 50%, de posibilidad de un gran y tremendo error. 
Cuando supones, y de verdad ocurre lo que no debía suceder, siempre hay  partes que se afectan emocionalmente. Cuando me refiero a partes, hablo de seres humanos. Sin querer, comenzamos a buscar culpables, hasta marear en frustración. La rabia y la frustración son las emociones que más suelen acompañar a la suposición, en el proceso de la comunicación. 
Cuando supones, y pasa todo lo contrario a lo acordado, los costos presupuestados se afectan desde lo poco imaginado, hasta lo increíblemente lamentado. Por cierto esta partida no existe en la contabilidad financiera tradicional.    
Cuánto puede costar, suponer que tu pareja trajo la cámara para ese viaje especial, del cual tu tanto tiempo planificaste, cuando en verdad se le quedó por salir apurada para el aeropuerto. O peor, cuánto puede costar, que aún después de filmar y ver varias veces tu grabación, vino alguien y grabó por encima de lo que tú tenías, por solo no preguntar si se podía grabar. Te imaginas que te pase, sobre una grabación de diez días en la Gran Sabana. 
Cuando supones, se desgasta la relación, y hasta la confianza se ve fracturada. Reincidentes equivocaciones por suponer, generan relaciones de incertidumbre, que erosionan la química de la semántica comunicacional.  Pocos o nadie, confía en nadie. 
Cuando supones, pones en su máxima expresión la frustración de no haber revisado. Y más cuando recuerdas, que validar la suposición, la mayoría de las veces, solo toma unos cuantos segundos. 
¿Qué puedes hacer para no ser otra víctima o no tener otro día de frustración por suponer? Es muy sencillo. 
Primero, lo que comenté hace pocas líneas, acostúmbrate a tomarte esos segundos para verificar lo que debería pasar, lo que lógicamente debe suceder. 
Segundo, retroalimente con su interlocutor lo conversado, lo acordado. Acostúmbrate al final de una conversación, hacer un resumen de lo tratado y un chequeo de acuerdos y/o decisiones tomados. 
Es increíble la cantidad de transacciones negativas que tienen parejas, amigos y compañeros de trabajo, por no retroalimentar lo acordado. Cuando ello se hace, ya son dos los responsables, ya es más complicado lanzar culpables y diretes, que tanto desgastan y complican las relaciones.  
Tercero, y último, nunca olvides el embudo de la comunicación, no es lo mismo lo que tú quieres decir, a lo que el otro oye. No es lo mismo lo que él escucha, a lo que él comprende. Y tampoco, no es lo mismo lo que él recuerda, a lo que él interpreta. Por ello, no hay comunicación, sin validación. Mide la claridad de lo que comunicas, y menos complicaciones tendrás con tu pareja, con tus hijos, amigos, compañeros de trabajo, tu jefe, la vida misma. 
Nunca supongas, nada es obvio. Las palabras no siempre comunican con fidelidad el mensaje. 
@juanccarames
juancarloscaramespaz@gmail.com

domingo, 27 de mayo de 2012

lquimia

Las crisis y sus artimañas (I)

Paulo Coelho --www.paulocoelhoblog.com



--Ilustración Vanessa Balleza vanessa@ballezarte.com.ve --Traducción Juan Campbell-Rodger

Como todos sabemos, Aquiles era hijo de la unión de un mortal con una diosa. Como toda madre siempre quiere proteger a su hijo de todos los peligros, ella lo sumergió en un río cuyas aguas lo harían inmortal, pero lo agarró por el talón, razón por la cual él quedó vulnerable en aquel punto (hay versiones del mito en las que el héroe fue sumergido en sangre de dragón, mientras tenía una hoja pegada al talón). De ahí la expresión "talón de Aquiles", mostrando que, independientemente de la fuerza que creamos tener, siempre existe el modo de vencernos. Es claro que el héroe, en este caso, muere por una flecha que lo alcanza exactamente en su punto débil.

El año 2001 leí El síndrome de Aquiles, del periodista Mario Rosa. El libro trata de un asunto que nunca estuvo de más actualidad que ahora: la crisis. En el texto, Rosa nos advierte: "la crisis envía señales". Desde que leí esa frase, me he dado cuenta de que, antes de que ciertas tormentas lleguen a nuestro patio, nos envían pequeños mensajes de los que, por pereza o por encontrar que no son dignos de nuestra atención, no hacemos caso. Precisamente por eso, en el momento en que el viento empieza a soplar con violencia, nos sentimos absolutamente desprevenidos para los truenos que estallan por todas partes, y sólo nos queda, como dice Rosa, procurar administrar de la mejor manera posible la devastación que vendrá a continuación. Me he tomado la libertad de usar su libro como guía para intentar trazar un mapa de nuestras tormentas personales.

Origen: la crisis viene siempre del exterior, aunque a veces pensemos que sólo se manifiesta en nuestras almas. Por lo general, algo insignificante ocurrido en la infancia puede traer grandes consecuencias en la madurez.

La crisis llega para destruir: por más que intentemos asociar la palabra "crisis" a la "oportunidad" (como hacen los chinos), esa romántica asociación sólo es posible cuando estamos preparados para lo imprevisto. Como muy raras veces es ese el caso, la crisis se instala y comienza a arrasarlo todo a nuestro alrededor.

Todo se transforma en munición devastadora: como la crisis siempre lleva a un diálogo de sordos, donde el uno no oye lo que dice el otro, los argumentos se vuelven inútiles. Si uno dice "me encantan las naranjas", la otra persona entenderá que odias las patatas, y estás insinuando que te sientes desgraciado porque justamente esa noche te ha servido un plato de patatas fritas para cenar.

La crisis siempre gira alrededor de un símbolo: puede ser una institución como el matrimonio, la carrera profesional, la empresa, la religión, el amor, el código de conducta.

La semana que viene concluiré este artículo, analizando las posibles actitudes frente a la tormenta que, como dice Rosa en su libro, no es tan repentina como parece. A fin de cuentas, también nuestras almas tienen un servicio de meteorología, y basta con no subestimar cosas aparentemente inofensivas para evitar una montaña de desgastes personales y profesionales.

Alquimia

La crisis y sus artimañas (final)

Paulo Coelho --www.paulocoelhoblog.com



--Ilustración Vanessa Balleza vanessa@ballezarte.com.ve --Traducción Montserrat Mira

La semana pasada, escribí aquí sobre lo que sucede cuando subestimamos las señales que los problemas, antes de llegar con violencia a nuestro patio, nos envían. Utilicé, como hilo conductor el libro El síndrome de Aquiles, del periodista Mario Rosa, que muestra cómo, en una situación crítica, la lucha con el enemigo no siempre puede basarse en los valores que estamos acostumbrados a cultivar. Hoy llegaré a la conclusión de esta cuestión, con la opinión de otros estudiosos (Helio Fred García, profesor de Comunicación de la Universidad de Nueva York, y Daí Williams, de Eos Career Services, y un texto de la Universidad de Australia del Sur). He procurado usar los textos de estos especialistas desde el punto de vista de la crisis individual, aunque la mayor parte de ellos en realidad se refiere a acontecimientos políticos y económicos. Una vez que la crisis se instala, éstas son las peores formas de reaccionar:
A) No hacer caso del problema. María sabe que Juan, su marido, está a punto de ser despedido del trabajo, lo cual pondrá a la familia en serios aprietos. Sin embargo, como Juan no menciona el asunto, ella finge que no se da cuenta.

B) Negar el problema.

Juan, por su parte, piensa que gracias a los contactos que ha hecho a lo largo de su vida, conseguirá una nueva oportunidad y, por lo tanto, no ve que está en una situación difícil.

C) Negarse a pedir ayuda. Juan y María han vivido muchos años juntos, y se conocen muy bien. Juan tiene la cabeza llena de problemas, ya que la crisis absorbe todas las energías del ser humano. María tal vez pudiese ayudarle, pero el orgullo no deja a Juan compartir sus dificultades.

D) Mentir o decir medias verdades. Un día María se arma de valor y, a la hora de acostarse, pregunta si algo va mal. Juan responde: "estoy pensando cambiar de empleo". Claro que, desde el punto de vista jurídico, eso se puede considerar verdad: Juan, al estar a punto de ser despedido, vive realmente pensando en encontrar un nuevo empleo. María no dice nada más.

E) Culpar a los demás. Juan sabe que es un hombre de bien, que siempre ha sido honrado en el trabajo, y ha intentado dar lo mejor de sí. Piensa que su jefe es injusto, que no se merece lo que le está pasando.

F) Sobrestimar la propia capacidad: Juan empieza a decirse que tiene talento, que es capaz de hacer esto y aquello, y acaba convenciéndose de que no está frente a una crisis, y sí ante una nueva oportunidad.

Una vez que se han dado todos los pasos equivocados, llega el día y Juan es despedido. A partir de entonces, la familia ya está al borde del abismo, por culpa del precioso tiempo perdido al negar una fatalidad.

Entonces, ¿qué hacer? Bien, yo he sufrido muchas crisis en mi vida, y creo que he cometido todos los errores descritos arriba. Hasta que, tal vez en la peor de todas mis crisis, aparecieron los amigos. Desde entonces, lo primero que hago es, simplemente, pedir ayuda. Evidentemente, la decisión final será mi responsabilidad, pero, en lugar de intentar hacerme siempre el fuerte, jamás me he arrepentido de haberme mostrado vulnerable ante mi mujer y mis amigos. Y cuando empecé a actuar así, reduje bastante mi capacidad de errar, aunque ésta siga allí, siempre esperando para dar el salto.

domingo, 20 de mayo de 2012

CUANTO VALE EL DIA DE HOY?

Clásicos Gerenciales
¿Sabe alguien cuánto vale el día de HOY?
Por: Juan Carlos Caramés Paz
Alguna vez te has planteado una pregunta como ésta. A mí se me ocurrió hace poco, en una conferencia, cuando alguien estaba haciendo una reflexión sobre el valor que le damos a la vida y al recurso más corto que tenemos los seres humanos, el tiempo. 
El tiempo es eterno para muchos, pero muy corto para los vivos. Muy extenso para el heroísmo, pero cortico para el respiro. Amplio para el recuerdo, mínimo para el suspiro. 
Como dije anteriormente el día de hoy vale, si tenemos vida. Vale más si no estamos enfermos, y mucho más si estamos enamorados. Pero sano o enfermo, sin vida, no valemos nada.
Por ello es importante llenar de vida a la vida. Reflexionen en familia, o en pareja, sobre una colección de planteamientos, que han realizado algunas personas sobre la vida, para dar más valor al día de hoy, y demostrarle con respeto lo que ella merece…
Arturo Graf, dijo una vez: “La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida”. Y todos sabemos que la gran pérdida de la vida es la muerte. Por eso llaman al pecado más pecado, perder segundos de vida, perder minutos de vida, perder horas de vida. Sobre todo cuando se pierden por lo que no se puede controlar, por lo que ya pasó, y por lo que no puede volver atrás. La vida sigue, uno es el que tiene que cambiar, el enfoque, la percepción, la realidad.
Joaquín Sabina dice: “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse…”.
Por eso hoy es un día para incrementar tu cartera de aprendizaje positivo. Por ejemplo, es sabio aquel que se la pasa viendo el lado brillante de las situaciones. No seas de esos que se quedan contemplando lo oscuro, buscando justificaciones para sentirse inferior y exagerando tus limitaciones, que muchas veces solo están en tu cabecita.
La felicidad está por dentro, encerrado en la riqueza o pobreza de los pensamientos que eliges creer. Hay pensamientos que serían muy bueno desechar, complican los sentimientos y justifican el cómo eliges sentirte hoy.
Alejando Sanz, en unas de sus canciones dice: “Viaja a los rincones que significan algo para ti, allí donde ocurrieron las cosas importantes de tu vida”.
Hoy es la perfecta justificación para decidir a qué rincón deseas regresar, o qué nuevo rincón deseas agregar a tu larga colección de experiencias. Hoy es perfecto para eso, para decidir ir a dónde desees ir. No esperes a sentir nunca esa expresión que escuchas de muchos: “Ve, que ya yo no puedo; atrévete tú, que yo no fui capaz; hazlo ahora, que yo nunca me atreví”.
Doménico Cieri Estrada, escribió una vez: “La vida es como las naranjas, hay que sacarles el jugo a tiempo…”. Y que verdad más pura, como para pensarlo y decidir de una vez por todas nunca más decir “Yo quise, pero nunca me atreví”. Mucha gente tiene que entender que muchas veces en la vida nada sucede cómo deseábamos, cómo suponíamos ni cómo teníamos previsto. La vida sigue, y somos responsables de enderezar la carga, de regresar al origen y de aventurar en la emoción de lo desconocido.
Si eres un profesional del negativismo, seguro estarías conforme con la expresión “La vida es dura, después de todo te mata”. Pero, al contrario, si eres un profesional del positivismo, estarías de acuerdo con la expresión “La vida, obra maestra de la arena, entre dos olas”. 
La vida no se pierde al morir, se pierde minuto a minuto, se arrastra día a día, en mil pequeños descuidos. Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo.
Robert Louis Stevenson, escribió una vez: “Hay solamente una diferencia entre una larga vida y una buena cena: en la cena, el postre llega al final”. 
Cada día es una pequeña vida, cada día es una nueva oportunidad, cada día despierta la belleza de un sueño que está esperando convertirse en realidad.
Por todo lo que han escrito, las personas que he nombrado hasta ahora, podemos llegar a la conclusión de que hay que agregarle más vida a hoy.  Agregarle valor a hoy, significa entender que hay momentos en la vida que valen años. Búscalos, persíguelos, invéntalos. Para eso late el corazón, para recrearnos de colores.
Agregarle más valor a hoy, significa entender “no se tome la vida demasiado en serio; nunca saldrá usted vivo de ella”. Hay que saber llenar de satisfacción, placer y paz, algunos de los segundos de cada hoy.
Agregarle más y más valor a hoy, significa reflexionar sobre algo que dijo en vida Steve Jobs, “Si vives cada día de tu vida como si fuera el último, algún día realmente tendrás razón”.
Agregarle más, más y más valor al día de hoy, es asimilar que la vida es lo poco que nos sobra de la muerte.
Charles Chaplin, alguien que muchos jóvenes no saben quién es, dijo una vez “Existe algo tan inevitable como la muerte: la vida”, y eso vale hoy. Por eso el compromiso de mantenerla, de luchar por ella, de saborear su jugo, de sentir su aroma. El mismo Chaplin dijo “Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da tiempo para más”.
Uno no reconoce los momentos realmente importantes en su vida hasta que es demasiado tarde. Por ello finalizo con una belleza de frase, de Pietro Metastasio, que en sus cortas palabras, encierra una eterna sabiduría: “La vida se mide por hechos, no por días”. Vive al máximo cada HOY…
@juanccarames
juancarloscaramespaz@gmail.com

domingo, 6 de mayo de 2012

La elegancia

Alquimia

Sobre la elegancia
Paulo Coelho --www.paulocoelhoblog.com






A veces me sorprendo a mí mismo con los hombros encorvados, y siempre que estoy así, puedo estar seguro de que algo no va bien. En ese momento, incluso antes de buscar qué es lo que me incomoda, procuro cambiar mi postura, hacerla más elegante. Al ponerme de nuevo en posición erecta, me doy cuenta de que este simple gesto me ayuda a tener más confianza en lo que estoy haciendo.

A menudo se confunde la elegancia con la superficialidad, la moda, la falta de profundidad.

Grave error: el ser humano necesita elegancia en sus acciones y en su postura, porque esta palabra es sinónimo de buen gusto, amabilidad, equilibrio y armonía.

Hay que tener serenidad y elegancia para dar los pasos más importantes en la vida. Evidentemente, no hay que volverse loco, preocupado a todas horas con la forma en que movemos las manos, nos sentamos, sonreímos, miramos a nuestro alrededor. Pero es bueno saber que nuestro cuerpo habla una lengua, y que la otra persona, incluso de forma inconsciente, está entendiendo lo que decimos más allá de las palabras.

La serenidad viene del corazón. Aunque muchas veces lo torturen pensamientos de inseguridad, él sabe que, a través de la postura correcta, puede volver a equilibrarse. La elegancia física, a la cual me estoy refiriendo en este artículo, viene del cuerpo, y no es algo superficial, sino el modo que encontró el hombre para honrar la forma en que pone los pies en el suelo. Por eso, si a veces sientes que tu postura te está incomodando, no pienses que es falsa o artificial: es verdadera porque es difícil. Hace que el camino se sienta honrado por la dignidad del peregrino.

Y por favor, nada de confundirla con la arrogancia o el esnobismo. La elegancia es la postura más adecuada para que el gesto sea perfecto, el paso sea firme, y tu prójimo sea respetado.

La elegancia se alcanza cuando se descarta todo lo superfluo, y el ser humano descubre la simplicidad y la concentración: cuanto más simple y más sobria sea la postura, más bella será. La nieve es bonita porque sólo tiene un color, el mar es bonito porque parece una superficie plana. Pero tanto el mar como la nieve son profundos y conocen sus cualidades.

Camina con firmeza y alegría, sin miedo de tropezar. Todos los movimientos están acompañados por tus aliados, que te ayudarán en lo que fuera necesario. Pero no olvides que también el adversario está observando y conoce la diferencia entre la mano firme y la mano trémula: por lo tanto, si estás tenso, respira hondo, piensa que estás tranquilo, y, por uno de esos milagros que no sabemos explicar, la tranquilidad en seguida se instalará.

En el momento en que tomas una decisión y la pones en marcha, procura revisar mentalmente cada una de las etapas que te llevó a preparar tu paso. Pero hazlo sin tensión, pues es imposible tener todas las reglas en la cabeza: y con el espíritu libre, a medida que revisas cada etapa, te darás cuenta de los momentos más difíciles, y de cómo los superaste. Eso se reflejará en tu cuerpo, así que ¡presta atención!

En el camino de Santiago

Alquimia

En el camino de Santiago, 1986

Paulo Coelho --www.paulocoelhoblog.com





--Ilustración Vanessa Balleza vanessa@ballezarte.com.ve --Traducción Juan Campbell-Rodger

"Esta nube tiene que acabar," pensaba mientras me afanaba por descubrir las marcas amarillas en las piedras y en los árboles del camino. Hacía casi una hora que apenas había visibilidad, y yo seguía cantando, para alejar el miedo, mientras esperaba que sucediera algo extraordinario. Envuelto en tinieblas, solo en aquel ambiente irreal, comencé una vez más a ver el Camino de Santiago como si fuese una película, en el momento en que se ve al héroe hacer lo que nadie más haría, mientras los espectadores piensan que esas cosas sólo pasan en el cine. Pero allí estaba yo, viviendo esa situación en la vida real. El bosque se tornaba más y más silencioso, y la oscuridad empezó a clarear. Podía ser que estuviera llegando al final, pero aquella luz confundía mis ojos y pintaba todo a mi alrededor de colores misteriosos y aterradores.

De repente, como en un espectáculo de magia, la oscuridad se desvaneció por completo. Y frente a mí, clavada en lo alto de la montaña, estaba la Cruz.

Miré a mi alrededor, vi el mar de nubes del que había salido, y otro mar de nubes muy por encima de mi cabeza. Entre estos dos océanos, los picos de las montañas más altas y la montaña del Cebreiro, con la Cruz. Sentí un gran deseo de rezar.

A pesar del deseo, no conseguí decir nada. A un centenar de metros más abajo, en una aldea de quince casas y una pequeña iglesia empezaron a encenderse las luces. Por lo menos tenía donde pasar la noche. Un cordero descarriado subió al monte y se puso entre la Cruz y yo. Me miró, un poco asustado. Durante mucho tiempo seguí mirando al cielo casi negro, a la Cruz, y al cordero blanco a sus pies.

­Señor ­dije, finalmente­. Yo no estoy clavado a esta Cruz, y tampoco te veo a ti en ella. Esta Cruz está vacía y así debe permanecer para siempre, porque el tiempo de la muerte ya pasó. Esta Cruz era el símbolo del poder infinito que todos tenemos, clavado y muerto por el hombre. Ahora este poder renace para la vida, porque he recorrido el camino de las personas comunes, y en ellas he encontrado tu propio secreto. También tú recorriste el camino de las personas comunes. Viniste a enseñarnos de cuánto éramos capaces, y nosotros no quisimos aceptarlo. Nos mostraste que el poder y la gloria estaban al alcance de todos, y esta súbita visión de nuestra capacidad fue demasiado para nosotros. Te crucificamos no por ingratitud para con el hijo de Dios, sino porque teníamos mucho miedo de aceptar nuestra propia capacidad. Con el tiempo y con la tradición, tú volviste a ser sólo una distante divinidad, y nosotros volvimos a nuestro destino de hombres.

El cordero se levantó y yo lo seguí. Ya sabía adónde me llevaba, y a pesar de las nubes, el mundo se había vuelto transparente para mí. Aunque no pudiese ver la Vía Láctea en el cielo, tenía la certeza de que existía y mostraba a todos el Camino de Santiago. Seguí al cordero, que caminó en dirección a aquella aldea, llamada también Cebreiro, como el monte. Allí, en cierta ocasión tuvo lugar un milagro, el milagro de transformar lo que uno hace en algo en lo que uno cree. El Secreto de mi espada y del Extraño Camino de Santiago.


Clásicos Gerenciales
Léelo, sólo, si deseas liberarte de las cadenas del conformismo II
Por: Juan Carlos Caramés Paz 

La semana pasada culminé mi artículo diciendo… “Más del 85 por ciento de los obstáculos del futuro están en tu mente, congélalos, no permitas que dominen tu presente. Define que deseas ser, y comienza a perseguir esa ilusión. Mantén el deseo del triunfo todos los días, él nunca se apaga, a menos que tú lo hagas. Elimina las barreras que te impiden mejorar”. Hoy deseo continuar compartiendo más elementos para liberarte de la cadenas del conformismo. 
La timidez también dificulta la libertad
Miles de personas con grandes capacidades tienen la ambición de lograr más con su vida, pero permiten que una timidez excesiva y la falta de fe en sí mismas se restrinjan y les limite su verdadero potencial. Son conscientes que dentro de ellas existen grandes poderes que luchan por expresarse, pero temen fracasar y ese temor las paraliza hasta que su ambición muere por falta de acción.
La falta de certeza las detiene... esperan y siguen esperando y esperando a que alguna situación misteriosa las libere y les dé la confianza y esperanza para actuar. Pero no saben que es la acción la que engendrará dicha confianza. No han entendido que deben actuar a pesar de sus temores para poder así superarlos. Siguen esperando a que éstos, de alguna manera, desaparezcan para entonces poder actuar.
Muchas personas están aprisionadas por la ignorancia 
Piensan que son muy viejos para comenzar; el precio de la libertad parece un precio muy alto por pagar en ese momento de su vida. Pero lo cierto es que a menudo se requiere una gran cantidad de fricción y lucha contra diversos obstáculos para que la verdadera fuerza del carácter de la persona salga a relucir.
El diamante nunca podría relevar la profundidad de su brillo y su belleza, si no fuese por la fricción que pule sus caras, lo afina y deja que la luz entre y revele su riqueza escondida. Este es el precio de su liberación de la oscuridad.  
Pregúntale a la mayoría de los hombres y mujeres que han logrado grandes cosas en el mundo, a qué le deben su fuerza, su amplitud de mente, y la diversidad de experiencias que han enriquecido sus vidas. Ellos te dirán que todos son frutos de la lucha; que han adquirido su disciplina y su carácter, con el fin de poder escapar de un ambiente poco amigable para romper las cadenas que los han esclavizado; para obtener una educación; para alejarse de la pobreza; para llevar a cabo algún plan anhelado; para alcanzar su ideal, fuese cual fuese.
Los anhelos sin satisfacer y las ambiciones truncadas van destruyendo poco a poco nuestros deseos. Absorben la fuerza del carácter, aniquilan la esperanza y manchan los ideales. No creo que exista alguien que pueda ser enteramente feliz, hasta que haya ejercido esa gran pasión que habla más fuerte dentro de sí y haya utilizado el talento con el cual fue destinado para triunfar, por encima de todos sus demás talentos.
Hasta el anhelo de alcanzar un ideal morirá eventualmente, si no se hace ningún esfuerzo por satisfacerlo. Nadie debería permanecer voluntariamente en un ambiente que evita su desarrollo. La civilización le debe sus más grandes triunfos a las luchas de hombres y mujeres que se liberaron de las cadenas de las circunstancias.
Ningún ser humano puede llevar una vida plena mientras esté atado a hábitos o creencias que lo repriman. 
Uno debe tener libertad de pensamiento, además de libertad de acción para alcanzar su máximo nivel. No debe haber cadenas en nuestra conciencia, ni ataduras sobre los poderes con que contamos.
Sé tú mismo
No cedas ni pidas perdón por querer lograr más. Pocas personas se pertenecen a sí mismas. Van hacia donde los empujan. Desperdician una gran cantidad de energía en lo que realmente no es importante en la vida; pasan la vida pagando por los errores del pasado o saldando deudas viejas que surgieron de los malos juicios. En vez de avanzar y ganar en la carrera de la vida, siempre están tratando de recuperar el tiempo perdido. Siempre están en la cola -y no a la vanguardia- de sus posibilidades. Son esclavos de sus deudas, de trabajos que odian o de las decisiones de otros. No saben lo que quieren hacer. Hacen lo que sienten que deben hacer, desperdiciando su energía para poder ganarse la vida, de tal modo que no queda prácticamente nada de sus vidas.
¿Hay algo que pueda compensar a un joven por su pérdida de libertad de acción, por su libertad de expresión y convicción? Nunca te pongas en una posición, sin importar el incentivo -ya sea un salario grande u otra recompensa financiera, o la promesa de posición o de influencia- donde no puedas actuar de acuerdo a tus principios. No dejes que ninguna consideración te amarre la lengua o compre tu opinión. Considera tu independencia como un derecho inalienable, del cual nunca te separarás por cualquier motivo.
Un talento con libertad es infinitamente mejor que un genio amarrado y estrangulado. ¿De qué sirve un intelecto gigante que esté tan restringido y masacrado que sólo puede hacer el trabajo de un pigmeo?
Para sacar el máximo provecho de nosotros mismos, debemos cortar con lo que nos agota la vitalidad -a nivel físico o moral- y debemos dejar de desperdiciar nuestra vida. Debemos separarnos de todo lo que tienda a debilitar el esfuerzo, disminuir los ideales, y bajar los estándares de calidad de vida; debemos alejarnos de todo lo que tiende a matar la ambición y hacer que nos conformemos con la mediocridad.
@juanccarames
juancarloscaramespaz@gmail.com

sábado, 14 de abril de 2012

¿Por qué nos da vergüenza demostrar nuestros sentimientos?
Cuando hay una reunión familiar o de amigos, pareciese que muchas veces no podemos ser cariñosos con nuestra pareja, con nuestros padres, hijos, y decir a quienes nos rodean “te quiero”.
Nunca deberíamos dejar de decir cuánto nos importan sus cosas, estar más tiempo con nuestros hijos, interesarnos por sus cosas aunque sean “cosas de niños”, deberíamos escucharlos más detenidamente pues nunca se sabe cuando podemos aprender de alguien, ya sea mayor o menor que nosotros, todo el mundo tiene algo que decir.

Cuando estás en la casa de la familia, cuesta mucho abrazar a nuestra pareja, porque piensas que te catalogan de tonta o de cursi, pero eso es lo más lindo: ser cursi con las personas que amamos.
Los hombres son lo más vergonzosos en estos casos, si están delante de sus amigos, pocas veces abrazaran a sus mujeres por temor a quedar en ridículo no se dan cuenta que eso es lo que todos deseamos, que sepan lo feliz que eres, que te aman, te sientes segura de ti misma.
El amor puede causar muchas buenas impresiones y cosas en nuestra vida, no malogremos una velada mirando cuán feliz es nuestra vecina que no deja de darse amor con su marido, tú abraza a tu pareja y di cosas bonitas de él, o de ella, eso hará que la vida en parejas sea mas placentera, más llevadera.
Nunca nos avergoncemos de nuestros sentimientos, todo lo contrario, estemos orgullosas de saber decir “te amo” a nuestra pareja, nuestros hijos y nuestra familia, eso nos hará más grandes. Dios que es todo amor, y nos regala cada día lo que quizás no merecemos, pero cada día que abrimos los ojos, es el amor de Dios el que está en nuestra vida.
No pasemos por este mundo sin haber dejado un jardin lleno de amor, que las siguientes generaciones que nos sigan, sepan que pasaste por la vida repartiendo muchas ilusiones y cariño por doquier.
Nunca tengan temor de decir los “te amo”, “te extraño”, “te necesito”, son algo que llenará tú corazón y el de los demás que comparten tu día a día.
La vergüenza debería estar en aquellos que no pueden decir esas palabras porque no la sienten, porque viven una vida egoista, a complacerse solamente en ellos, viven para sí mismos, eso si que es de verguenza.
Hoy mismo di a todos los que te rodean cuánto te importan, o cuánto les amas, verás que tu día mejora y también mejoras el día a los demás.
Nunca es tarde para decir: ¡Te amo!

sábado, 3 de marzo de 2012

El terror de camioneteros y autobuseros

Ab Imo Pectore
El terror de camioneteros y autobuseros

Leoncio A. Landáez Otazo (*)

llandaez@gmail.com

@LeoncioLandaezO

“ Abusadores del Tránsito en las ciudades y carreteras, contad con prisión o presidio, aun cuando seáis inocente”(1).

Luego de un estudio detallado y minucioso que he realizado, (hasta la cabeza me ha dolido por tanto esfuerzo intelectual) he llegado a la conclusión definitiva y terminante que, la culpa en gran grado, de la gran cantidad de problemas que confronta el país, se debe a la mayoría de los camioneteros y autobuseros.

Estos señores, dotados de un poder excepcional, que ellos se atribuyen motu proprio, hacen en todo el país, y sobre todo en Valencia, lo que les viene en gana, con gran perjuicio y deterioro para la salud y la integridad física de los ciudadanos, ante oídos sordos y la vista escasa de las autoridades competentes.

La gran mayoría de camioneteros y autobuseros, sinónimo de abusadores sin control, se estacionan donde quieren; hacen colapsar el tránsito en la ciudad; van siempre primero que todos los demás, llenan toda la ciudad de humo contaminante, atentan contra la higiene y la comodidad en el interior de sus unidades, dejan sordo al más “orejón” con sus reproductores a todo volumen, y son dignos de estudios psicológicos por los letreros que colocan en sus poderosas armas de delinquir.

El terror que emana de un autobusero o camionetero, al frente de “su vehículo”, deriva, por si no lo sabía, que esa unidad que conduce por regla general, no es de él. Por ello, “tranca” al que le sigue, se estaciona donde quiere; “pica cauchos” para llegar primero; no le importa el cuido de la unidad; todo ello porque lo que necesita es ganar y ganar más dinero. Por ello, hay que regular el transporte al estilo de las grandes ciudades europeas, americanas y japonesas, en donde el conductor es un empleado del Estado, un servidor público, que devenga un sueldo, tome pasajeros o no los tome y que además debe cuidar del vehículo como su medio de subsistencia. En las ciudades antes citadas no ha sido necesario promulgar el decreto, que con la mente visionaria del Libertador, en aquella época de mulas y caballos, ya oteaba para nuestro país.

Se deben colocar fiscales, no “matraqueros” sino verdaderos servidores públicos, en todas partes, y al infractor, cuando no sea reincidente, aplicarle no 72 horas sino 72 días; además del remolque de la unidad por igual tiempo, distribuir entre los pasajeros de la unidad infractora las ganancias obtenidas ese día por el conductor infractor, y además multarlo. Si es reincidente, las penas se aumentarán al triple y no habrá atenuantes. No importa que se apliquen varias penas por un mismo delito o falta.

Así es la única forma de acabar con el terror que infunden esos camioneteros y autobuseros. Recuérdese que, por esas mismas causas de ir primero y “picar cauchos”, cuando el transporte es por carreteras, se han perdido muchas vidas en este país. Por otra parte, pareciera que esos camioneteros y autobuseros no actúan solos, deben ser testaferros de clínicas y hospitales. Para quien conduzca, por ejemplo, en Valencia, al cabo de cierto tiempo, bastante breve, irá seguro a ellas con “stress”, hipertensión, infarto o derrame cerebral.

Un ciudadano, por más inteligente, trabajador y talentoso que sea, no puede pensar, ni producir en esas condiciones, y por esa razón señalé, que la mayoría de los camioneteros y autobuseros son los culpables de los grandes males que adolece el país. ¿Hasta cuándo muertos por colisiones de colectivos?

Por supuesto que hay excepciones. “Exceptio confirmat regulam”. Cerrado el espacio.

(1) “Decreto de Guerra contra camioneteros y autobuseros”. Dictado por Bolívar, en Trujillo, el 15 / 06 / 1813. Cerrado el espacio.

(*) Profesor Titular UC

lunes, 9 de enero de 2012

Hoy en la niñez del 2012, te regalo una reflexión

Clásicos gerenciales



Hoy en la niñez del 2012, te regalo una reflexión

Juan Carlos Caramés Paz / juancarloscaramespaz@gmail.com

Esta historia ocurrió en París, en una calle céntrica de la ciudad.

Un hombre sucio, maloliente, tocaba un viejo violín. Frente a él y sobre el suelo estaba su gorra, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.

El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma desarreglada y aburrida con que tocaba ese violín.

Hacía el mejor intento, pero a veces, hay que saber intentar con mejores variables.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salían de un teatro cercano, pasaron frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes, sobre todo, recién saliendo de un concierto donde los violines tocaron a la perfección. Era tan desagradable lo que escuchaban, que apenas lo podían creer.

La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la gorra del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical, se lo prestó con cierto recelo.

El mendigo se dispuso a contemplar, ahora era un espectador más.

Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes se acercaban para ver el improvisado espectáculo.

Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también, y pronto había una pequeña multitud escuchando emocionada el extraño concierto.

La gorra se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones, mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con gran sabiduría.

El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: "¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi violín!!". Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

La vida nos da a todos "un violín". “EL” equivale a nuestros conocimientos, nuestras habilidades y actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar "ese violín" como nos plazca. Pero si no lo hacemos bien, entonces comenzaremos a recibir aplausos por la misma manera en que lo toquemos.

Se nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad.

Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes, para así ejecutar un buen concierto, o mejor todavía, un espectacular concierto.

Pretenden una gorra llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.

Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: "¡Qué lástima!", que piensa en términos de "poquito", y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pobre ejecución, cubriendo sus necesidades. Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos.

La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.

Por eso debemos estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.

La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín, que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.

Por eso, en este comienzo de año, reflexiona con los mensajes de esta historia, tomada de la vida real. Aprende a afinar correctamente tu violín. Ensaya todo lo que sea necesario, para que esas notas se conviertan en la música de tu vida, que llenen de hermosos sonidos a todas las almas que te rodean. No esperes a mañana, porque hoy es la consecuencia de tu ayer. Evitar comenzar, es envejecer. Algunos de nosotros envejecemos, de hecho, porque no maduramos.

Envejecemos cuando nos cerramos a las nuevas ideas y nos volvemos radicales. Envejecemos cuando lo nuevo nos asusta.

Envejecemos también cuando pensamos demasiado en nosotros mismos y nos olvidamos de los demás. Envejecemos si dejamos de luchar.

Todos estamos matriculados en la escuela de la vida, donde el Maestro es el Tiempo. La vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás. Pero solo puede ser vivida mirando hacia adelante.

No dejes que la tristeza del pasado y el miedo del futuro te estropeen la alegría del presente. Muchas veces hemos escuchado algo así como lo siguiente: “La vida es muy corta”. Pero pocas veces a nuestros oídos ha llegado una frase así como ésta: “Son muchas las personas las que permanecen muertas demasiado tiempo”.

En la juventud aprendemos; con la edad comprendemos… Siendo así, no existe edad, somos nosotros que la creamos. Si no crees en la edad, no envejecerás hasta el día de tu muerte.

Haz del pasaje del tiempo una conquista y no una pérdida. Personalmente, yo no tengo edad: ¡Tengo vida!

miércoles, 4 de enero de 2012

Claves para terminar y comenzar un nuevo año

Punto y Aparte | Mente y espíritu

Claves para terminar y comenzar un nuevo año

por MAYTTE | imagen: FOTO:/ WWW.SHUTTERSTOCK.COM | SÁBADO 31 DE DICIEMBRE DE 2011
Comienza por recuperar tu PAZ interior. Pon en orden tus asuntos, renueva el cariño

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Estamos a punto de terminar un año para iniciar otro que deseamos, desde ya, sea mejor para todos. Recordemos que esto dependerá de cada uno de nosotros, de la calidad de nuestros pensamientos, sentimientos, elecciones, intenciones y acciones. No permitamos, de ninguna manera, que el pesimismo, el temor, las noticias negativas o las experiencias fallidas nos lleven a repetirnos con la pasividad de las persona que esperan a que la situación se resuelva o mejore por sí sola, sin la intervención de nuestra voluntad, decisión y actuación.

En esta época muchas personas se tornan más reflexivas...Inclusive, algunos, como un amigo que tenemos, comienzan a hacer una especie de inventario de todo lo que han hecho durante el año y, en lugar de buscar todo lo positivo que les ha sucedido, reconociendo y celebrando sus logros aunque los consideren pequeños, se dedican a resaltar sus fallas y fracasos, quedando atrapados en una especie de neblina pesimista que les impide reconocer la oportunidad de cerrar un ciclo y abrir otro completamente nuevo, si así lo deciden.

Todas las metas que deseas alcanzar implican soñar en grande, estar dispuesto a trabajar, adquirir disciplina y tener entusiasmo para mantenerte en el esfuerzo continuado hasta conseguirlas. Este nuevo año será mejor en la medida en que renueves internamente tus votos y el compromiso para lograrlos con el trabajo diario... que así sea.

Comienza por recuperar tu paz interior. Pon en orden todos tus asuntos, recupera tus afectos, renueva el cariño y el amor que sientes por todos tus seres queridos incluyendo a tus familiares y amigos. Llénate de este sentimiento para poder perdonar, sanar las heridas del pasado y comenzar una etapa diferente. Renueva tu alegría y pasión por la vida, recuerda que es un regalo extraordinario.

Vive cada día con más permiso, responsabilidad y conciencia. Asume el compromiso de entregar lo mejor de ti y no olvides hacerlo incondicionalmente; será el universo el que conspire en todo momento para devolvértelo. Fortalece tu fe, siente a la divinidad en tu interior, reconoce su presencia en todas las personas a tu alrededor y dirígete a cada una de ellas para buscar y encontrar las semejanzas que te permitan ser, cada día, más tolerante para convivir en paz y armonía.