lunes, 28 de marzo de 2011

UERPO Y MENTE

SER ESPIRITUAL

Sanación a la Tierra

por TERESA LEÓN | imagen: | MARTES 15 DE MARZO DE 2011

La gran sacudida de la tierra en Japón nos sensibiliza y nos hace unirnos nuevamente en oración.

Sí podemos contribuir de muchas manera, sí podemos sintonizarnos con la Divinidad para ser canales y enviar amor y luz a las personas que están pasando por esa situación allá. Confiemos en nuestro poder mental y nuestro poder de intención, poder como hijos de Dios que somos para enviar buenas vibraciones.

Sí les llegará y sí podemos ayudar de ésta y otras manera; no hay distancia para el pensamiento y la onda de amor que enviamos.

Ante este tipo de desastres, algunas personas les da miedo que aumenten los terremotos, debido a que ha habido profecías que se han interpretado como catástrofes para estos años que estamos viviendo y en especial el 2012.

Algunas profecías son negativas, y han pasado muchos emails con mensajes que lo único que logran es causar miedo. Ese miedo no contribuye para nada a lo que estamos viviendo. Creo que centrarnos en lo negativo sólo contribuye al caos mental y emocional.

Muchos maestros y corrientes espirituales (metafísica, los mayas, maestros de la India, astrólogos, etc.) han anunciado un cambio importante para la humanidad para el año 2012; un cambio de conciencia, un avance para el ser humano. Muchos hablan de cambios trascendentales, y dicen que estos NO tienen que darse a través de desastres naturales.

AYUDEMOS A LA TIERRA
No sabemos a ciencia cierta qué va a pasar, pero sí sabemos que podemos ayudar, no sólo a nuestros hermanos, sino a la Tierra.

Así como podemos ser intermediarios para ayudar a aliviar el dolor emocional de una persona, ayudarla para que suelte las tensiones musculares, emocionales, mentales; así también podemos ayudar a la Tierra, porque es un ser vivo.

Los cambios son no sólo para la humanidad sino para el planeta. Esas sacudidas, como terremotos, son parte de ellos. Me imagino al planeta como un gigante que estuvo mucho tiempo moviéndose un poco torcido, y ahora está enderezando su eje para girar mejor, para avanzar y recibir más luz. Los hombres le han causado muchas heridas de contaminación física, emocional, mental... Ayudemos a sanar.

Les propongo esta meditación por la Tierra y por nosotros.

Busca un lugar tranquilo, asegúrate de que no te interrumpan. Toma tres respiraciones profundas. Di mentalmente: Me uno a todas las personas que están orando y haciendo un trabajo por nuestra Madre Tierra. Invocamos a Dios, a lo más sagrado que hay en nosotros y en el universo, a la unión de todas las inteligencias, al amor más puro, y al poder creador del bien supremo. Nos asiste la protección divina concebida como una esfera que nos rodea a cada uno de nosotros. La Divinidad actúa en nosotros y a través de nosotros para enviar energía de amor, sanación, paz y alivio a la Tierra. Invocamos a los ángeles y arcángeles, a todos los representantes de Dios que nos puedan asistir en este trabajo, les pedimos que actúen a través de nuestra visión. Visualizamos cómo se calman y suavizan los aires. Vemos cómo las aguas de todos los océanos se calman y suavizan. Visualizamos cómo los fuegos de los volcanes y todas las llamas se calman y se suavizan. Visualizamos y sentimos cómo desde nuestros corazones sale una luz rosada de amor y sentimos que además del corazón, esa energía sale por nuestras manos, y las pasamos por las grietas de la tierra, para acariciarla, aliviarla, sanarla. Nos damos cuenta que una energía mayor que nosotros, mayor que el planeta y que todos los planetas de nuestra galaxia nos inunda de amor y nos sostiene y acuna. Vemos al planeta entero lleno de amor y de luz. Nos sentimos uno (o una) con la Tierra, llenos de amor y gratitud. Gracias Padre.

Grabé esta meditación para que la puedan oír y seguir con los ojos cerrados, la tienen como anexo.

En un próximo post, seguiremos tratando este tema de los cambios en el planeta. También permítanme recordarles que si quieren meditar en grupo o tener una sesión individual de sanación, pueden escribirme a teresaleon7@yahoo.com

UERPO Y MENTE

SER ESPIRITUAL

Sanación a la Tierra

por TERESA LEÓN | imagen: | MARTES 15 DE MARZO DE 2011

La gran sacudida de la tierra en Japón nos sensibiliza y nos hace unirnos nuevamente en oración.

Sí podemos contribuir de muchas manera, sí podemos sintonizarnos con la Divinidad para ser canales y enviar amor y luz a las personas que están pasando por esa situación allá. Confiemos en nuestro poder mental y nuestro poder de intención, poder como hijos de Dios que somos para enviar buenas vibraciones.

Sí les llegará y sí podemos ayudar de ésta y otras manera; no hay distancia para el pensamiento y la onda de amor que enviamos.

Ante este tipo de desastres, algunas personas les da miedo que aumenten los terremotos, debido a que ha habido profecías que se han interpretado como catástrofes para estos años que estamos viviendo y en especial el 2012.

Algunas profecías son negativas, y han pasado muchos emails con mensajes que lo único que logran es causar miedo. Ese miedo no contribuye para nada a lo que estamos viviendo. Creo que centrarnos en lo negativo sólo contribuye al caos mental y emocional.

Muchos maestros y corrientes espirituales (metafísica, los mayas, maestros de la India, astrólogos, etc.) han anunciado un cambio importante para la humanidad para el año 2012; un cambio de conciencia, un avance para el ser humano. Muchos hablan de cambios trascendentales, y dicen que estos NO tienen que darse a través de desastres naturales.

AYUDEMOS A LA TIERRA
No sabemos a ciencia cierta qué va a pasar, pero sí sabemos que podemos ayudar, no sólo a nuestros hermanos, sino a la Tierra.

Así como podemos ser intermediarios para ayudar a aliviar el dolor emocional de una persona, ayudarla para que suelte las tensiones musculares, emocionales, mentales; así también podemos ayudar a la Tierra, porque es un ser vivo.

Los cambios son no sólo para la humanidad sino para el planeta. Esas sacudidas, como terremotos, son parte de ellos. Me imagino al planeta como un gigante que estuvo mucho tiempo moviéndose un poco torcido, y ahora está enderezando su eje para girar mejor, para avanzar y recibir más luz. Los hombres le han causado muchas heridas de contaminación física, emocional, mental... Ayudemos a sanar.

Les propongo esta meditación por la Tierra y por nosotros.

Busca un lugar tranquilo, asegúrate de que no te interrumpan. Toma tres respiraciones profundas. Di mentalmente: Me uno a todas las personas que están orando y haciendo un trabajo por nuestra Madre Tierra. Invocamos a Dios, a lo más sagrado que hay en nosotros y en el universo, a la unión de todas las inteligencias, al amor más puro, y al poder creador del bien supremo. Nos asiste la protección divina concebida como una esfera que nos rodea a cada uno de nosotros. La Divinidad actúa en nosotros y a través de nosotros para enviar energía de amor, sanación, paz y alivio a la Tierra. Invocamos a los ángeles y arcángeles, a todos los representantes de Dios que nos puedan asistir en este trabajo, les pedimos que actúen a través de nuestra visión. Visualizamos cómo se calman y suavizan los aires. Vemos cómo las aguas de todos los océanos se calman y suavizan. Visualizamos cómo los fuegos de los volcanes y todas las llamas se calman y se suavizan. Visualizamos y sentimos cómo desde nuestros corazones sale una luz rosada de amor y sentimos que además del corazón, esa energía sale por nuestras manos, y las pasamos por las grietas de la tierra, para acariciarla, aliviarla, sanarla. Nos damos cuenta que una energía mayor que nosotros, mayor que el planeta y que todos los planetas de nuestra galaxia nos inunda de amor y nos sostiene y acuna. Vemos al planeta entero lleno de amor y de luz. Nos sentimos uno (o una) con la Tierra, llenos de amor y gratitud. Gracias Padre.

Grabé esta meditación para que la puedan oír y seguir con los ojos cerrados, la tienen como anexo.

En un próximo post, seguiremos tratando este tema de los cambios en el planeta. También permítanme recordarles que si quieren meditar en grupo o tener una sesión individual de sanación, pueden escribirme a teresaleon7@yahoo.com

CUERPO Y MENTE

SER ESPIRITUAL

Perdonar para amar

por TERESA LEÓN | imagen: | MIÉRCOLES 23 DE FEBRERO DE 2011
Los protagonistas de la película Comer, Rezar y Amar

La pasión, el entusiasmo que provoca toda una explosión de adrenalina, endorfinas y todas las hormonas de la felicidad juntas y revueltas… el placer, la ternura y la risa, familia y proyectos en común… todas y tantas cosas juntas indescriptibles que se viven en pareja hacen que ésta sea un área importante para la mayoría de las personas.

También hay personas felices que no quieren tener pareja; y otros no tan felices que han decidido vivir sin pareja, y esa decisión les da paz. Es un tema tan complejo como el ser humano, multiplicado por dos.

Vi la película Comer, Rezar y Amar, basada en el libro del mismo nombre, escrito por Elizabeth Gilbert; y hay varios puntos interesantes para reflexionar sobre el tema. Una de las frases que me gustó y pensé compartir contigo en este blog decía algo así: desde que tenía 15 años, he estado en una relación o rompiendo con alguien, no me he dado ni un respiro de dos semanas solo para ocuparme de mí misma.

Algunas personas entran en una búsqueda desenfrenada, y van de una relación a otra, sin darse tiempo para estar con ellas mismas.

Ese tiempo para estar contigo te sirve para que aprendas a ser tu propia compañía, sanes tus heridas y no las escondas bajo la efervescencia de un nuevo romance, y sobre todo te sirve para darte cuenta si tienes miedo a la soledad, al abandono, a vivir de nuevo una situación traumática, etc. y sanes ese miedo.

A veces, es ese temor lo que te hace acercarte a alguien (aunque en tu interior sepas que no es muy compatible ni favorable), "para no estar sola o solo". A veces el miedo no te deja abrirte a amar.

PERDÓN
Algo que también puede bloquearte y no te deje fluir hacia una relación armoniosa es el quedarte en el pasado, tal vez sin saberlo, enganchado en una relación anterior. Si no has perdonado a tu ex pareja, hazlo… sobre todo por ti.

Hay una escena en la película que me gustó mucho. Luego de una conversación con un amigo, la protagonista tiene un diálogo imaginario con su ex esposo, quien se quedó muy dolido por la separación. Yo te amé, le dice ella.

- Pero yo todavía te amo, contesta él.

_ Entonces, ámame.

_ Pero te extraño.

_ Entonces extráñame. Mándame luz y amor cada vez que te acuerdes de mí y luego suéltalo, piensa en otra cosa. (El dolor) no va a durar para siempre.

Excelente manera de afrontarlo: primero acepta la emoción, vívela, no la escondas, ni disfraces, ni la justifiques, ni la combatas. Luego, mándale amor y luz a la persona (seguro le llega y, como en todo, esa energía de amor y perdón, se te devuelve a ti y te sana). Después piensa en otra cosa…

Es parecido a la técnica de Ho'oponopono. Dile mentalmente "te perdono" (aunque no lo sientas en el momento), te pido perdón, me perdono; te amo (o te imaginas mandándole amor); te doy las gracias.

"Esperar que él te perdone es una pérdida de tiempo. Perdónate tú". Ámate tú, sigue adelante.

El maestro espiritual de la protagonista le dice: La única manera de sanar es confiar.

Confía. Pídele a Dios. Perdona. Ámate.

Llénate de amor por ti mismo, así tendrás las manos llenas para dar, no vacías para acaparar las del otro. CONFÍA. PERDONA. AMA.

CUERPO Y MENTE

SER ESPIRITUAL

Un mensaje para ti

por TERESA LEÓN | imagen: | JUEVES 10 DE MARZO DE 2011
TYR: el guerrero espiritual

¿No te ha pasado que estás necesitando una respuesta y abres un libro al azar y allí está? Tal vez te ha sucedido: vas por la calle, oyes sin querer a dos personas hablando, y algo de lo que dicen es un mensaje muy claro para ti, o pasas los canales del televisor, o ves un anuncio publicitario y parece que algo te hace voltear y prestar atención y allí está algo relacionado con lo que te está pasando.

Creo que es una de las miles de maneras que tiene la Divinidad de comunicarse con nosotros. Los ángeles - mensajeros de Dios - también nos pueden dar mensajes en sueño o a través de lo que llamamos intuición o corazonada.

¿Cómo ha estado tu intuición en los últimos tiempos?

A veces cuando estamos inmersos en nuestros pensamientos, preocupaciones y ajetreos de las ocupaciones diarias no prestamos atención a esos mensajes. A veces, no queremos verlos, ni oírlos por miedo... miedo a tener que salir de la zona de comodidad, de los pensamientos arraigados, de tener razón, de tomar caminos diferentes y desconocidos.

Esta es una de las grandes ventajas de relajarnos, tomarnos unos minutos para descansar la mente y sentir el silencio interior; o sea para la meditación. Eso nos permite escuchar nuestra voz interior y a estar más descansados para poder estar más alertas a los mensajes.

Hoy, pensando en esos mensajes y en qué les podría escribir en este blog, saqué una runa. Voila:

TYR: el guerrero espiritual

La comparto con ustedes. Obviamente cada quien podrá sacar su propio mensaje de éste, desde lo que está experimentando y desde lo que le diga su intuición.

"Tyr es la espada que le permite cortar - cual Alejandro Magno- el nudo que lo ata a lo viejo, a lo vetusto, a lo que ya fue.

Amor, lealtad, fidelidad. Fuerza en cualquier empresa.

¿Teme por su seguridad, por sus derechos? Tyr le da valor y destreza para defenderlos.

Valor, responsabilidad, SEGURIDAD. Energía afectiva y solidaria. Poder para transmitir el propio valor.

Perseverancia y paciencia. FLUYA. Sustráigase de los resultados. Sea canal de energía divina.

Tyr promueve la victoria del YO SUPERIOR sobre el ego.

El Guerrero Espiritual - que Tyr simboliza - se vuelve sobre sí mismo y, como sagrado Grial, rescata su propia riqueza interior".


¿Qué tal?

Ahora te invito a contestarte estas preguntas: ¿qué simboliza para ti el guerrero espiritual? ¿Cuáles son sus cualidades? ¿Te ves así? ¿Cuáles son tus riquezas (dones) interiores? ¿Cuál quisieras aumentar y desarrollar o expresar más en estos días? Podrías escribir una o dos acciones que te llevarán a desarrollarla y darle más fuerza.

jueves, 17 de marzo de 2011

Augusto Brandt o un violín enamorado

Taller de Fantasía
Augusto Brandt o un violín enamorado
Martha Barroeta



"El día que me besaste en tu promesa de amor..."



Diecisiete años menor que su hermano Carlos Brandt Tortolero, Augusto proviene de una formación intelectual refinada. Sus padres, Carlos Brandt y Zoraida Tortolero, inculcaron en sus hijos el gusto por las Bellas Artes, logrando posteriormente recibir satisfacciones de tales inspiraciones.

Augusto Brandt, a quien nos referiremos brevemente, demostró proezas excepcionales desde niño. A los seis años había compuesto varias piezas, una de ellas titulada Jesús aplaca la tormenta. En 1903 continúa estudios de violín en Caracas y es a los 18 años que compone una Marcha Triunfal, pues se conmemoraba el centenario del movimiento del 19 de abril de 1810: ¡Qué orgullo! Su obra era estrenada en el Teatro Municipal de Caracas bajo su propia dirección. Ese mismo año debido a sus méritos como compositor, además de las cualidades como ejecutante, es becado por el gobierno de la República y parte hacia Europa. Allá, el joven Brandt se perfeccionaría en la técnica del instrumento con uno de los más destacados violinistas de aquel entonces, el señor César Thompson. Dos años más tarde es distinguido con el primer premio de violín que otorgaba el Conservatorio Real de Bruselas.


Al culminar sus estudios, este sobresaliente violinista de quien traemos hoy resonancia se traslada a Nueva York e ingresa a la Orquesta del Teatro Paramount, como violín de la primera fila. Al transcurrir varios años renuncia a ese cargo y es contratado por la poderosa Estación Radioemisora "WOR" donde actúa como primer violín, es decir, instrumento fundamental de una orquesta; más tarde como solista (el instrumentista tiene a su cargo las partes concertantes de una composición musical) y posteriormente como asistente del director de la orquesta de conciertos, hasta verse desempeñando exitosamente al tomar la batuta, vale decir, de director titular de la mencionada orquesta.


Importantes editoras musicales grabaron sus composiciones, entre las cuales conocemos, para ser interpretadas al violín: Joropo de Concierto; al piano, Preludio en fa menor, Himno Panamericano (1934), Marcha Solemne, y Bolívar en el Panteón, valses como Dulce Ensueño y Recuerdos de mi Tierra; Canción de Cuna, Tu partida, Nocturno, Desfile Militar, Himno Bolivariano, Súplica, El adiós de las gaviotas, y otras composiciones que fueron y seguirán siendo de sensible línea melódica, entre las cuales destaca la titulada Besos en mis sueños, que encierra un profundo sentimiento poético.


El maestro Brandt permaneció alrededor de 20 años fuera del país, lejos de su ciudad natal; estudió, se perfeccionó, luchó e hizo grande su apellido; regresando a los 47 años coronado de éxitos y dispuesto a brindar lo aprendido a sus compatriotas.


Del nacimiento de este excelente virtuoso del violín, dueño de la musa en sus composiciones, ágil pianista y porteño auténtico, se cumplieron 118 años el pasado 10 de diciembre.


A este hombre internacional que partió de su Puerto de esperanzas, para conquistar sueños, se le rinde un justo reconocimiento por su proeza, por el incalculable valor espiritual que nos dejó en sus composiciones, sellando para la posteridad sus dotes artísticas.


Augusto Brandt, un maestro de la música y para la música que permanentemente debemos recordar.


"... sueño que me besas todavía, sueño que me besas como ayer...".

domingo, 13 de marzo de 2011

Equipos de Trabajo Saludables?


Equipos de Trabajo Saludables?
Juan Carlos Caramés Paz / juancarloscaramespaz@gmail.com

Trabajar en equipo es algo que muchos de nosotros estamos acostumbrados a escuchar. Simplemente está relacionado con un conjunto de miembros (seres humanos) que actúan bajo un objetivo para lograr un fin común.


Es simple hablar de trabajo en equipo un día. Ahora, que todos los días el equipo se comporte de la misma manera, es otra cosa. Hacer que los equipos actúen de la manera más saludable, en equilibrio y armonía, todos los días, es el Santo Grial de la Gerencia y el Liderazgo.


Cuando los equipos de trabajo no se rigen por esquemas o protocolos de funcionamiento, pueden acostumbrase a tener estilos positivos de trabajo, sin quererlo, o a estilos negativos, conflictivos y tóxicos de convivencia. Rara vez conseguirás un estilo medio positivo u otro, medio negativo. O tienen una tendencia marcada a lo agradable o, por el contrario la tendencia apunta a lo desagradable.


Un equipo de trabajo poco saludable encuentra situaciones, tales como las siguientes:


01.- Compañeros que se burlan, delante de otros, sin que le importen afectar sentimientos.


02.- Nadie se interesa por nadie, e inclusive ni se preguntan por el bienestar familiar de los compañeros.


03.- No se toman en cuenta las sugerencias, ni se reconoce alguna buena acción que se encuentre más allá de lo normal.


04.- Que alguien deje, a propósito, que se compliquen las cosas, sin importar ninguna consecuencia.


05.- Uso de ironías descaradamente destructivas y humillantes.


06.- Nadie comparte lo que sabe. Se disfruta ocultar información valiosa, así sea necesario usarla.


07.- Hacerse el desentendido con las responsabilidades, total alguien de seguro lo hará en otro momento.


08.- Andar con cara de pocos amigos, humor canino, sobrada arrogancia y conversar con verbos irritantes.


09.- Usar gestos violentos, desagradables y ofensivos.


10.- Ignorar al que habla, sin mirarle la cara, dándole a entender lo poco que le importa.


Si usted, alguna vez ha formado parte de algún equipo de trabajo, sabe muy bien lo que se siente interiormente los diez puntos antes mencionados. No es nada agradable vivir día a día este panorama y convertirlo en una rutina de trabajo. Este panorama, sin duda, lo enferma a usted y a su productividad.


Por todo ello, es sano que los equipos se analicen y determinen la mejor configuración de actuación. Que busquen relaciones sanas, de respeto y del mejor compromiso para exportar.


Recomiendo probar un esquema que me ha dado resultado en la consolidación de estilos de trabajo. Veamos a que me refiero…


Respete las SIETE "E" a Evitar en los equipos de trabajo. Simplemente trate de Evitar que…


Los ENOJOS estén presentes en la convivencia, afectando el ánimo de todo el equipo, por molestias acumuladas o pequeños enfados que endurecen el corazón relacional.


Los ENGAÑOS que fracturan la confianza, a través del uso de la mentira que causan impresiones equivocadas en las informaciones que manejan los equipos.


ENEMISTADES que favorecen las relaciones con odios y rencores entre las personas del equipo.


EGOISMOS que conllevan a preocuparse por el sentimiento individual y producen olvidos por los demás.


EXCUSAS que justifican resultados mediocres o fuera del radar del optimismo productivo.


ENEMIGOS que enfrían la parte social de los equipos, haciendo pesado el ambiente de trabajo.


ENVIDIAS cobardes que por falta de sinceridad y transparencia alejan a la colaboración y la puesta de entrega total entre los miembros del equipo.


El que los equipos se decidan a evitar éstas "E", se auto auditen en ello con frecuencia y se dediquen a convivir con lo opuesto a sus significados, garantizará un estilo de convivencia sana, de deseo, provocación y resultados extraordinarios.


Por ello es recomendable reemplazar las "E" anteriores por otras, que "Empujen" a cualquier equipo a construir un mejor estilo de actuación y compromiso. Veamos la siguiente configuración:


EMPEÑO como cualidad de cada uno de los miembros para entregarse en el día a día y conquistar el compromiso adquirido.


ELOGIOS como una característica de sinceridad por hacer notar los esfuerzos y resultados alcanzados en equipo.


ENSEÑAR como principio para hacer mejor a cada miembro del equipo y demostrar el más sincero sentimiento de entrega y confianza.


EXIGENCIA como una condición natural de entrega de todos por todos y de todos con todo.


EJEMPLO haciendo que el destacar sea una cualidad más en el compromiso colectivo.


ESCUCHAR la corporalidad correcta de las palabras, para asegurar el mínimo error en su interpretación y el más correcto acercamiento en su entendimiento.


ENERGíA demostrando la calidad de entusiasmo, esmero y empuje que contagia al equipo.


Dos estilos claros, las "E" malas y las "E" buenas. Usted decide que ser, usted decide el estilo con el cual esculpir la salud de la productividad de su equipo. Elija lo que elija marcará una pauta y se convertirá en una marca.


El 24 de Marzo, en el World Trade Center de Valencia, estaré presente en una Jornada de Inteligencia Emocional, centrada en relaciones saludables de trabajo, acompañando por el Padre Ricardo Bulmez y el Sociólogo Roberto De Vries. Información al 0414-4171200.

jueves, 10 de marzo de 2011

El príncipe feliz [Cuento. Texto completo]

El príncipe feliz
[Cuento. Texto completo]

Oscar Wilde

En la parte más alta de la ciudad, sobre una columnita, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz.

Estaba toda revestida de madreselva de oro fino. Tenía, a guisa de ojos, dos centelleantes zafiros y un gran rubí rojo ardía en el puño de su espada.

Por todo lo cual era muy admirada.

-Es tan hermoso como una veleta -observó uno de los miembros del Concejo que deseaba granjearse una reputación de conocedor en el arte-. Ahora, que no es tan útil -añadió, temiendo que le tomaran por un hombre poco práctico.

Y realmente no lo era.

-¿Por qué no eres como el Príncipe Feliz? -preguntaba una madre cariñosa a su hijito, que pedía la luna-. El Príncipe Feliz no hubiera pensado nunca en pedir nada a voz en grito.

-Me hace dichoso ver que hay en el mundo alguien que es completamente feliz -murmuraba un hombre fracasado, contemplando la estatua maravillosa.

-Verdaderamente parece un ángel -decían los niños hospicianos al salir de la catedral, vestidos con sus soberbias capas escarlatas y sus bonitas chaquetas blancas.

-¿En qué lo conocéis -replicaba el profesor de matemáticas- si no habéis visto uno nunca?

-¡Oh! Los hemos visto en sueños -respondieron los niños.

Y el profesor de matemáticas fruncía las cejas, adoptando un severo aspecto, porque no podía aprobar que unos niños se permitiesen soñar.

Una noche voló una golondrinita sin descanso hacia la ciudad.

Seis semanas antes habían partido sus amigas para Egipto; pero ella se quedó atrás.

Estaba enamorada del más hermoso de los juncos. Lo encontró al comienzo de la primavera, cuando volaba sobre el río persiguiendo a una gran mariposa amarilla, y su talle esbelto la atrajo de tal modo, que se detuvo para hablarle.

-¿Quieres que te ame? -dijo la Golondrina, que no se andaba nunca con rodeos.

Y el Junco le hizo un profundo saludo.

Entonces la Golondrina revoloteó a su alrededor rozando el agua con sus alas y trazando estelas de plata.

Era su manera de hacer la corte. Y así transcurrió todo el verano.

-Es un enamoramiento ridículo -gorjeaban las otras golondrinas-. Ese Junco es un pobretón y tiene realmente demasiada familia.

Y en efecto, el río estaba todo cubierto de juncos.

Cuando llegó el otoño, todas las golondrinas emprendieron el vuelo.

Una vez que se fueron sus amigas, sintióse muy sola y empezó a cansarse de su amante.

-No sabe hablar -decía ella-. Y además temo que sea inconstante porque coquetea sin cesar con la brisa.

Y realmente, cuantas veces soplaba la brisa, el Junco multiplicaba sus más graciosas reverencias.

-Veo que es muy casero -murmuraba la Golondrina-. A mí me gustan los viajes. Por lo tanto, al que me ame, le debe gustar viajar conmigo.

-¿Quieres seguirme? -preguntó por último la Golondrina al Junco.

Pero el Junco movió la cabeza. Estaba demasiado atado a su hogar.

-¡Te has burlado de mí! -le gritó la Golondrina-. Me marcho a las Pirámides. ¡Adiós!

Y la Golondrina se fue.

Voló durante todo el día y al caer la noche llegó a la ciudad.

-¿Dónde buscaré un abrigo? -se dijo-. Supongo que la ciudad habrá hecho preparativos para recibirme.

Entonces divisó la estatua sobre la columnita.

-Voy a cobijarme allí -gritó- El sitio es bonito. Hay mucho aire fresco.

Y se dejó caer precisamente entre los pies del Príncipe Feliz.

-Tengo una habitación dorada -se dijo quedamente, después de mirar en torno suyo.

Y se dispuso a dormir.

Pero al ir a colocar su cabeza bajo el ala, he aquí que le cayó encima una pesada gota de agua.

-¡Qué curioso! -exclamó-. No hay una sola nube en el cielo, las estrellas están claras y brillantes, ¡y sin embargo llueve! El clima del norte de Europa es verdaderamente extraño. Al Junco le gustaba la lluvia; pero en él era puro egoísmo.

Entonces cayó una nueva gota.

-¿Para qué sirve una estatua si no resguarda de la lluvia? -dijo la Golondrina-. Voy a buscar un buen copete de chimenea.

Y se dispuso a volar más lejos. Pero antes de que abriese las alas, cayó una tercera gota.

La Golondrina miró hacia arriba y vio... ¡Ah, lo que vio!

Los ojos del Príncipe Feliz estaban arrasados de lágrimas, que corrían sobre sus mejillas de oro.

Su faz era tan bella a la luz de la luna, que la Golondrinita sintióse llena de piedad.

-¿Quién sois? -dijo.

-Soy el Príncipe Feliz.

-Entonces, ¿por qué lloriqueáis de ese modo? -preguntó la Golondrina-. Me habéis empapado casi.

-Cuando estaba yo vivo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación, en el que no se permite la entrada al dolor. Durante el día jugaba con mis compañeros en el jardín y por la noche bailaba en el gran salón. Alrededor del jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me llamaban el Príncipe Feliz y, realmente, era yo feliz, si es que el placer es la felicidad. Así viví y así morí y ahora que estoy muerto me han elevado tanto, que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar.

«¡Cómo! ¿No es de oro de buena ley?», pensó la Golondrina para sus adentros, pues estaba demasiado bien educada para hacer ninguna observación en voz alta sobre las personas.

-Allí abajo -continuó la estatua con su voz baja y musical-, allí abajo, en una callejuela, hay una pobre vivienda. Una de sus ventanas está abierta y por ella puedo ver a una mujer sentada ante una mesa. Su rostro está enflaquecido y ajado. Tiene las manos hinchadas y enrojecidas, llenas de pinchazos de la aguja, porque es costurera. Borda pasionarias sobre un vestido de raso que debe lucir, en el próximo baile de corte, la más bella de las damas de honor de la Reina. Sobre un lecho, en el rincón del cuarto, yace su hijito enfermo. Tiene fiebre y pide naranjas. Su madre no puede darle más que agua del río. Por eso llora. Golondrina, Golondrinita, ¿no quieres llevarle el rubí del puño de mi espada? Mis pies están sujetos al pedestal, y no me puedo mover.

-Me esperan en Egipto -respondió la Golondrina-. Mis amigas revolotean de aquí para allá sobre el Nilo y charlan con los grandes lotos. Pronto irán a dormir al sepulcro del Gran Rey. El mismo Rey está allí en su caja de madera, envuelto en una tela amarilla y embalsamado con sustancias aromáticas. Tiene una cadena de jade verde pálido alrededor del cuello y sus manos son como unas hojas secas.

-Golondrina, Golondrina, Golondrinita - dijo el Príncipe-, ¿no te quedarás conmigo una noche y serás mi mensajera? ¡Tiene tanta sed el niño y tanta tristeza la madre!

-No creo que me agraden los niños -contestó la Golondrina-. El invierno último, cuando vivía yo a orillas del río, dos muchachos mal educados, los hijos del molinero, no paraban un momento en tirarme piedras. Claro es que no me alcanzaban. Nosotras las golondrinas volamos demasiado bien para eso y además yo pertenezco a una familia célebre por su agilidad; mas, a pesar de todo, era una falta de respeto.

Pero la mirada del Príncipe Feliz era tan triste que la Golondrinita se quedó apenada.

-Mucho frío hace aquí -le dijo-; pero me quedaré una noche con vos y seré vuestra mensajera.

-Gracias, Golondrinita -respondió el Príncipe.

Entonces la Golondrinita arrancó el gran rubí de la espada del Príncipe y, llevándolo en el pico, voló sobre los tejados de la ciudad.

Pasó sobre la torre de la catedral, donde había unos ángeles esculpidos en mármol blanco.

Pasó sobre el palacio real y oyó la música de baile.

Una bella muchacha apareció en el balcón con su novio.

-¡Qué hermosas son las estrellas -la dijo- y qué poderosa es la fuerza del amor!

-Querría que mi vestido estuviese acabado para el baile oficial -respondió ella-. He mandado bordar en él unas pasionarias ¡pero son tan perezosas las costureras!

Pasó sobre el río y vio los fanales colgados en los mástiles de los barcos. Pasó sobre el gueto y vio a los judíos viejos negociando entre ellos y pesando monedas en balanzas de cobre.

Al fin llegó a la pobre vivienda y echó un vistazo dentro. El niño se agitaba febrilmente en su camita y su madre habíase quedado dormida de cansancio.

La Golondrina saltó a la habitación y puso el gran rubí en la mesa, sobre el dedal de la costurera. Luego revoloteó suavemente alrededor del lecho, abanicando con sus alas la cara del niño.

-¡Qué fresco más dulce siento! -murmuró el niño-. Debo estar mejor.

Y cayó en un delicioso sueño.

Entonces la Golondrina se dirigió a todo vuelo hacia el Príncipe Feliz y le contó lo que había hecho.

-Es curioso -observa ella-, pero ahora casi siento calor, y sin embargo, hace mucho frío.

Y la Golondrinita empezó a reflexionar y entonces se durmió. Cuantas veces reflexionaba se dormía.

Al despuntar el alba voló hacia el río y tomó un baño.

-¡Notable fenómeno! -exclamó el profesor de ornitología que pasaba por el puente-. ¡Una golondrina en invierno!

Y escribió sobre aquel tema una larga carta a un periódico local.

Todo el mundo la citó. ¡Estaba plagada de palabras que no se podían comprender!...

-Esta noche parto para Egipto -se decía la Golondrina.

Y sólo de pensarlo se ponía muy alegre.

Visitó todos los monumentos públicos y descansó un gran rato sobre la punta del campanario de la iglesia.

Por todas parte adonde iba piaban los gorriones, diciéndose unos a otros:

-¡Qué extranjera más distinguida!

Y esto la llenaba de gozo. Al salir la luna volvió a todo vuelo hacia el Príncipe Feliz.

-¿Tenéis algún encargo para Egipto? -le gritó-. Voy a emprender la marcha.

-Golondrina, Golondrina, Golondrinita -dijo el Príncipe-, ¿no te quedarás otra noche conmigo?

-Me esperan en Egipto -respondió la Golondrina-. Mañana mis amigas volarán hacia la segunda catarata. Allí el hipopótamo se acuesta entre los juncos y el dios Memnón se alza sobre un gran trono de granito. Acecha a las estrellas durante la noche y cuando brilla Venus, lanza un grito de alegría y luego calla. A mediodía, los rojizos leones bajan a beber a la orilla del río. Sus ojos son verdes aguamarinas y sus rugidos más atronadores que los rugidos de la catarata.

-Golondrina, Golondrina, Golondrinita -dijo el Príncipe-, allá abajo, al otro lado de la ciudad, veo a un joven en una buhardilla. Está inclinado sobre una mesa cubierta de papeles y en un vaso a su lado hay un ramo de violetas marchitas. Su pelo es negro y rizoso y sus labios rojos como granos de granada. Tiene unos grandes ojos soñadores. Se esfuerza en terminar una obra para el director del teatro, pero siente demasiado frío para escribir más. No hay fuego ninguno en el aposento y el hambre le ha rendido.

-Me quedaré otra noche con vos -dijo la Golondrina, que tenía realmente buen corazón-. ¿Debo llevarle otro rubí?

-¡Ay! No tengo más rubíes -dijo el Príncipe-. Mis ojos es lo único que me queda. Son unos zafiros extraordinarios traídos de la India hace un millar de años. Arranca uno de ellos y llévaselo. Lo venderá a un joyero, se comprará alimento y combustible y concluirá su obra.

-Amado Príncipe -dijo la Golondrina-, no puedo hacer eso.

Y se puso a llorar.

-¡Golondrina, Golondrina, Golondrinita! -dijo el Príncipe-. Haz lo que te pido.

Entonces la Golondrina arrancó el ojo del Príncipe y voló hacia la buhardilla del estudiante. Era fácil penetrar en ella porque había un agujero en el techo. La Golondrina entró por él como una flecha y se encontró en la habitación.

El joven tenía la cabeza hundida en las manos. No oyó el aleteo del pájaro y cuando levantó la cabeza, vio el hermoso zafiro colocado sobre las violetas marchitas.

-Empiezo a ser estimado -exclamó-. Esto proviene de algún rico admirador. Ahora ya puedo terminar la obra.

Y parecía completamente feliz.

Al día siguiente la Golondrina voló hacia el puerto.

Descansó sobre el mástil de un gran navío y contempló a los marineros que sacaban enormes cajas de la cala tirando de unos cabos.

-¡Ah, iza! -gritaban a cada caja que llegaba al puente.

-¡Me voy a Egipto! -les gritó la Golondrina.

Pero nadie le hizo caso, y al salir la luna, volvió hacia el Príncipe Feliz.

-He venido para deciros adiós -le dijo.

-¡Golondrina, Golondrina, Golondrinita! -exclamó el Príncipe-. ¿No te quedarás conmigo una noche más?

-Es invierno -replicó la Golondrina- y pronto estará aquí la nieve glacial. En Egipto calienta el sol sobre las palmeras verdes. Los cocodrilos, acostados en el barro, miran perezosamente a los árboles, a orillas del río. Mis compañeras construyen nidos en el templo de Baalbeck. Las palomas rosadas y blancas las siguen con los ojos y se arrullan. Amado Príncipe, tengo que dejaros, pero no os olvidaré nunca y la primavera próxima os traeré de allá dos bellas piedras preciosas con que sustituir las que disteis. El rubí será más rojo que una rosa roja y el zafiro será tan azul como el océano.

-Allá abajo, en la plazoleta -contestó el Príncipe Feliz-, tiene su puesto una niña vendedora de cerillas. Se le han caído las cerillas al arroyo, estropeándose todas. Su padre le pegará si no lleva algún dinero a casa, y está llorando. No tiene ni medias ni zapatos y lleva la cabecita al descubierto. Arráncame el otro ojo, dáselo y su padre no le pegará.

-Pasaré otra noche con vos -dijo la Golondrina-, pero no puedo arrancaros el ojo porque entonces os quedaríais ciego del todo.

-¡Golondrina, Golondrina, Golondrinita! -dijo el Príncipe-. Haz lo que te mando.

Entonces la Golondrina volvió de nuevo hacia el Príncipe y emprendió el vuelo llevándoselo.

Se posó sobre el hombro de la vendedorcita de cerillas y deslizó la joya en la palma de su mano.

-¡Qué bonito pedazo de cristal! -exclamó la niña, y corrió a su casa muy alegre.

Entonces la Golondrina volvió de nuevo hacia el Príncipe.

- Ahora estáis ciego. Por eso me quedaré con vos para siempre.

-No, Golondrinita -dijo el pobre Príncipe-. Tienes que ir a Egipto.

-Me quedaré con vos para siempre -dijo la Golondrina.

Y se durmió entre los pies del Príncipe. Al día siguiente se colocó sobre el hombro del Príncipe y le refirió lo que habla visto en países extraños.

Le habló de los ibis rojos que se sitúan en largas filas a orillas del Nilo y pescan a picotazos peces de oro; de la esfinge, que es tan vieja como el mundo, vive en el desierto y lo sabe todo; de los mercaderes que caminan lentamente junto a sus camellos, pasando las cuentas de unos rosarios de ámbar en sus manos; del rey de las montañas de la Luna, que es negro como el ébano y que adora un gran bloque de cristal; de la gran serpiente verde que duerme en una palmera y a la cual están encargados de alimentar con pastelitos de miel veinte sacerdotes; y de los pigmeos que navegan por un gran lago sobre anchas hojas aplastadas y están siempre en guerra con las mariposas.

-Querida Golondrinita -dijo el Príncipe-, me cuentas cosas maravillosas, pero más maravilloso aún es lo que soportan los hombres y las mujeres. No hay misterio más grande que la miseria. Vuela por mi ciudad, Golondrinita, y dime lo que veas.

Entonces la Golondrinita voló por la gran ciudad y vio a los ricos que se festejaban en sus magníficos palacios, mientras los mendigos estaban sentados a sus puertas.

Voló por los barrios sombríos y vio las pálidas caras de los niños que se morían de hambre, mirando con apatía las calles negras.

Bajo los arcos de un puente estaban acostados dos niñitos abrazados uno a otro para calentarse.

-¡Qué hambre tenemos! -decían.

-¡No se puede estar tumbado aquí! -les gritó un guardia.

Y se alejaron bajo la lluvia.

Entonces la Golondrina reanudó su vuelo y fue a contar al Príncipe lo que había visto.

-Estoy cubierto de oro fino -dijo el Príncipe-; despréndelo hoja por hoja y dáselo a mis pobres. Los hombres creen siempre que el oro puede hacerlos felices.

Hoja por hoja arrancó la Golondrina el oro fino hasta que el Príncipe Feliz se quedó sin brillo ni belleza.

Hoja por hoja lo distribuyó entre los pobres, y las caritas de los niños se tornaron nuevamente sonrosadas y rieron y jugaron por la calle.

-¡Ya tenemos pan! -gritaban.

Entonces llegó la nieve y después de la nieve el hielo.

Las calles parecían empedradas de plata por lo que brillaban y relucían.

Largos carámbanos, semejantes a puñales de cristal, pendían de los tejados de las casas. Todo el mundo se cubría de pieles y los niños llevaban gorritos rojos y patinaban sobre el hielo.

La pobre Golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al Príncipe: le amaba demasiado para hacerlo.

Picoteaba las migas a la puerta del panadero cuando éste no la veía, e intentaba calentarse batiendo las alas.

Pero, al fin, sintió que iba a morir. No tuvo fuerzas más que para volar una vez más sobre el hombro del Príncipe.

-¡Adiós, amado Príncipe! -murmuró-. Permitid que os bese la mano.

-Me da mucha alegría que partas por fin para Egipto, Golondrina -dijo el Príncipe-. Has permanecido aquí demasiado tiempo. Pero tienes que besarme en los labios porque te amo.

-No es a Egipto adonde voy a ir -dijo la Golondrina-. Voy a ir a la morada de la Muerte. La Muerte es hermana del Sueño, ¿verdad?

Y besando al Príncipe Feliz en los labios, cayó muerta a sus pies.

En el mismo instante sonó un extraño crujido en el interior de la estatua, como si se hubiera roto algo.

El hecho es que la coraza de plomo se habla partido en dos. Realmente hacia un frío terrible.

A la mañana siguiente, muy temprano, el alcalde se paseaba por la plazoleta con dos concejales de la ciudad.

Al pasar junto al pedestal, levantó sus ojos hacia la estatua.

-¡Dios mío! -exclamó-. ¡Qué andrajoso parece el Príncipe Feliz!

-¡Sí, está verdaderamente andrajoso! -dijeron los concejales de la ciudad, que eran siempre de la opinión del alcalde.

Y levantaron ellos mismos la cabeza para mirar la estatua.

-El rubí de su espada se ha caído y ya no tiene ojos, ni es dorado -dijo el alcalde- En resumidas cuentas, que está lo mismo que un pordiosero.

-¡Lo mismo que un pordiosero! -repitieron a coro los concejales.

-Y tiene a sus pies un pájaro muerto -prosiguió el alcalde-. Realmente habrá que promulgar un bando prohibiendo a los pájaros que mueran aquí.

Y el secretario del Ayuntamiento tomó nota para aquella idea.

Entonces fue derribada la estatua del Príncipe Feliz.

-¡Al no ser ya bello, de nada sirve! -dijo el profesor de estética de la Universidad.

Entonces fundieron la estatua en un horno y el alcalde reunió al Concejo en sesión para decidir lo que debía hacerse con el metal.

-Podríamos -propuso- hacer otra estatua. La mía, por ejemplo.

-O la mía -dijo cada uno de los concejales.

Y acabaron disputando.

-¡Qué cosa más rara! -dijo el oficial primero de la fundición-. Este corazón de plomo no quiere fundirse en el horno; habrá que tirarlo como desecho.

Los fundidores lo arrojaron al montón de basura en que yacía la golondrina muerta.

-Tráeme las dos cosas más preciosas de la ciudad -dijo Dios a uno de sus ángeles.

Y el ángel se llevó el corazón de plomo y el pájaro muerto.

-Has elegido bien -dijo Dios-. En mi jardín del Paraíso este pajarillo cantará eternamente, y en mi ciudad de oro el Príncipe Feliz repetirá mis alabanzas.

martes, 8 de marzo de 2011

La renuncia

La renuncia

Andrés Eloy Blanco

De Poda (1934)

He renunciado a ti. No era posible.

Fueron vapores de la fantasía;

son ficciones que a veces dan a lo inaccesible

una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando como el río se iba

poniendo encinta de la estrella...

hundí mis manos hacia ella

y supe que la estrella estaba arriba...

He renunciado a ti, serenamente,

como renuncia a Dios el delincuente;

he renunciado a ti como el mendigo

que no se deja ver del viejo amigo;

como el que ve partir grandes navíos

con rumbo a hacia imposibles y ansiados continente;

como el perro que apaga sus amorosos bríos

cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;

como el marino que renuncia al puerto

como el buque errante que renuncia al faro

y como el ciego junto al libro abierto

y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia

el loco a la palabra que su boca pronuncia;

como esos granujillas otoñales,

con los ojos estáticos y las manos vacías,

que empañan su renuncia, soplando los cristales

en los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante

renunciamos un poco de lo que antes quisimos

y al final, ¡cuántas veces el anhelo menguante

pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.

Cuando renuncie a todo, seré mi propio düeño;

desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.

La renuncia es el viaje de regreso del sueño...

lunes, 7 de marzo de 2011

Honor y Gloria a Lina! Lina Ron

Honor y Gloria a Lina!
Lina Ron
Por: Mario Silva
Fecha de publicación: 07/03/11


Ante la lamentable muerte de Lina Ron, la reacción de propios y extraños no se ha hecho esperar. Un abanico de matices cubrió -y parece que seguirá cubriendo por un buen tiempo-, los noticieros y las redes sociales. Desde lo más inmundo y profano hasta lo más cercano a la ingenuidad revolucionaria.

Desde muy temprano el día sábado 05 de marzo por la red Twitter, y que nadie ponga en duda que el aparato Globovisión tuvo mucho que ver, inician el ataque y se convierten en pioneros de la inmundicia cuando dejan colar una supuesta "intoxicación" en las causas que llevaron a la muerte de Lina Ron.

Incluso, el día domingo 06 de marzo, si hacemos una revisión pormenorizada de los titulares y contenidos en medios impresos de la oposición, podemos observar como soterradamente colocan de relieve el resultado expuesto por una médica forense de la morgue de Bello Monte. Por cierto, improvisada rueda de prensa en la que periodistas de Globovisión, RCTV, Venevision y Televen se instalan como buitres al frente de esa morgue esperando la "primicia" o algún dato que confirme lo que se va multiplicando por las redes o, mejor dicho, lo que se va alimentando desde la escoria opositora por vía internet. En el Nacional del día domingo, podemos observar con asco, como un periodista va relatando la llegada del cadáver de Lina Ron y las “supuestas órdenes de Flores Trocell” que “habría ordenado limpiar los pasillos llenos de sangre para no quedar mal ante la prensa”. Qué mejor oportunidad para los mercenarios de la prensa, que utilizar la muerte de Lina Ron como motivo preponderante de descalificación a la revolución y al Comandante Chávez.

Esto, a grandes rasgos, nos revela nuevamente a una oposición mediática que utiliza los medios de comunicación privados y las redes sociales como una manada de hienas lista a dar el zarpazo y jugar a la manipulación y el caos informativo.

Ahora, sin menospreciar el impulso reactivo que todos sufrimos ante la injusticia y la impunidad de los mercenarios de la comunicación privada, considero que fue una torpeza nuestra poner a declarar a una médica o representante forense de la morgue de Bello Monte para que le aclarara al país las causas que ocasionaron la muerte de Lina. Pues, no era una aclaratoria a nuestro pueblo; más bien fue una aclaratoria a la carroña mediática que fueron los que iniciaron el rumor emanado de sus mismos laboratorios

En mi opinión, las autoridades de la morgue de Bello Monte no tenían nada que aclararle al país. Lina murió de muerte natural y san se acabo. Hasta cuando seguimos cayendo en el juego de la putrefacta maquinaria mediática opositora.

Ese juego perverso de quienes viven de la muerte, se nutren de la muerte, se regodean de la muerte y terminan destruyendo a quien les adverse, les ha rentado beneficios siempre. Jamás hemos dejado de ser cautos con el adversario y sus familiares si uno de ellos fallece. Carlos Andrés Pérez falleció y no hubo una burla a su cuerpo que aún hoy sigue congelado en Miami dirimiéndose en tribunales quién o cuál es más familia del difunto. Criticamos lo que representó, pero no se hizo una sola insinuación que condujera a estigmatizar las causas de su muerte. Nadie nos puede acusar de eso. Hemos sido consecuentes seguidores de la política practicada por el Comandante Chávez que nos dicta el respeto debido a los muertos, sin abandonar la crítica razonada sobre su participación en la vida nacional.

Nota aparte merecen aquellos que son más revolucionarios que la revolución y acuden al descalificativo minúsculo y gratuito, terrible filosofía de la anarquía que proviene del que grita y no hace nada, del que arenga y se esconde, del que asume trincheras personales y aparta los objetivos.

Horas antes de su muerte, estábamos haciendo un foro en Telesur al personal que allí labora y ante la pregunta de un participante del foro que hacía patente las posiciones radicales que se van asumiendo en algunos ámbitos del proceso revolucionario, solo nos resto responder que muchas veces nos consumimos en los ataques personales internos y no nos damos cuenta que algún día estaremos en Guantánamo, con una braga anaranjada, pidiéndonos disculpas por no haber asumido los debates con madurez y, hoy, con profundo dolor –léase bien: con profundo dolor-, me incluyo en esa reflexión. ¿Cuántos no estamos hoy obligados a incluirnos en esa reflexión? ¿Cuántas veces no hemos visto como se asumen posiciones personales en el debate y terminamos hurgando hasta el hueso para hacer prevalecer nuestras opiniones?

Lina Ron y yo tuvimos grandes diferencias operacionales, mas no de objetivos revolucionarios. Nos dimos fuerte, nos dimos muy fuerte y de manera cáustica, ella mantuvo su posición y yo la mía, pero es inimaginable pensar que nos deseáramos la muerte. Su temperamento choco con el mío y viceversa, teníamos visiones distintas de la forma en que se debían abordar circunstancias puntuales, pero jamás podría alegrarme su muerte, como también estoy absolutamente seguro que si yo hubiese muerto, ella expresaría lo mismo que hoy hago público.

El pasado sábado, al enterarme de la muerte Lina Ron, quise hacer público un mensaje de condolencia. Porque, independientemente de nuestras diferencias y de habernos atacado con la crudeza que nos caracteriza a ambos, mi respeto hacia el coraje que siempre le acompaño se ha mantenido inalterable. Sabía lo que ese mensaje de condolencia iba a desatar, sobre todo de parte la carroña opositora. Pero, la muerte no es un enemigo fácil de conjurar y me indignó ver a gente que se dice inteligente celebrando la muerte de Lina. Me indignó ver como se alcanzaron orgasmos de felicidad al esparcir su odio incontenible por las redes sociales. No eran personas, eran animales salvajes sacando desde sus vísceras el más primitivo de los instintos que bestia conocida pueda disfrutar.

Recordé como trataron de descalificar la memoria de Alí Primera creando rumores falsos sobre su relación familiar. Recordé como descalificaron a los guerrilleros caídos en Cantáura, en Yumare o a los campesinos en el Caño Las Coloradas, acusándolos de bandoleros y asesinos. Recordé como descalificaron la memoria del hijo de Alí Rodríguez Araque acusándolo de corrupto después de muerto. Recordé como han acusado a dirigentes de esta revolución, vivos o muertos, y como día tras día nos desean la muerte más horrenda a manos de turbas enloquecidas. Recordé el dolor de todas las madres de aquellos que fueron desaparecidos o asesinados para terminar justificando el crimen con cualquier mentira narrada a los medios.

Así como descalificaron a Lina, lo harán con el Comandante Chávez y con todos aquellos que hayan pasado la línea, porque es la única forma de alimentar el odio que le han inoculado desde los medios privados. En mi caso, que no dudo terminaré siendo pasto de esa carroña maldita que se ha enquistado en un pequeño sector, no me va a extrañar en absoluto que se inventen una “sobredosis de droga”, partiendo de una fábula que se llevó a las redes sociales desde el mismo momento en que me convertí en enemigo jurado de los mercenarios de la comunicación privada ¿Qué más da? Lo he repetido mil veces: Verdugo no pide clemencia. En consecuencia, no voy a ser el primero en pedirla.

Lina murió, camaradas. Ese es un hecho doloroso y real que nos obliga a ser respetuosos y reflexivos. La canalla va a hacer de este hecho un bastión para la división y el descrédito del proceso revolucionario y, francamente, no creo que Lina Ron apruebe la utilización de su nombre para servirnos en bandeja de plata a los reaccionarios.

¡Honor y Gloria a Lina! Y me importa muy poco si me creen o no… ¡Honor y Gloria, camarada!

mariosilva59@yahoo.com