jueves, 18 de noviembre de 2010

Todo lo que usted necesita

Todo lo que usted necesita

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Tal vez sus sueños son tan grandes que casi lo asustan. Usted no ve como ellos pueden realizarse. Permítanos asegurarle que su recelo inicial es normal. Dios con frecuencia nos da sueños que al principio nos confunden. Él quiere asegurarse que nosotros no intentamos cumplirlos separados de Él. Si tratamos de hacerlo así, no tendremos éxito porque los recursos no estarían disponibles.
Resta asegurar que Dios nunca le dará a usted una visión sin provisión. La habilidad y recursos están disponibles para cualquier cosa que usted haya nacido para hacer. Sin embargo, su provisión está generalmente oculta hasta que usted actúa en su visión. Para cualquier cosa que usted haya nacido para hacer atrae lo que usted necesita hacer. Por tanto, lo primero que usted tiene que hacer es establecer lo que quiere hacer y empezar hacerlo antes que la necesidad pueda presentarse. La mayoría de nosotros trabajamos a la inversa. Nos gusta ver las provisiones antes de empezar, pero la fe no funciona de esa manera. Cuando tomamos acción. Entonces Dios manifiesta la provisión.
Dios ha preparado todo lo que usted necesita para completar su propósito porque Él lo escogió a usted para su visión. Dios nos dice que no tenemos que preocuparnos de nuestra provisión porque Él ya nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales (Efesios 1:3). La preocupación es la señal de duda más grande en Dios. Si Él pudo poner dinero del faraón en las bolsas de los israelitas y llevar a Su pueblo por el desierto cargados con el oro del enemigo, ¿no piensa usted que Él puede proveer para sus necesidades?
Oración: Padre, yo confío en que Tú provees todo lo que yo necesito. Tú has prometido repetidas veces en Tu Palabra que suplirás las necesidades de Tus hijos.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19
Tomado del libro devocional diario de poder
Autor: Dr. Myles Munroe

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ya está todo explicado

Ya está todo explicado

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Comprendemos cómo las tormentas se forman. Cartografiamos los sistemas solares y trasplantamos corazones. Medimos las profundidades de los océanos y enviamos señales a planetas distantes. Hemos estudiado el sistema y estamos aprendiendo su funcionamiento.
Y, para algunos, la pérdida de misterio ha conducido a la pérdida de majestad. Mientras más sabemos, menos creemos. Es extraño, ¿no crees? El conocimiento de su funcionamiento no debería dejar de maravillarnos. El conocimiento debería estimularlo. ¿Quién tiene más razones para adorar que el astrónomo que ha visto las estrellas?
Irónicamente, mientras más sabemos, menos adoramos. Nos impresiona más el descubrimiento del interruptor de la luz que al que inventó la electricidad… En lugar de adorar al Creador, adoramos la creación.
No es de asombrarse que no haya asombro. Ya lo tenemos todo explicado.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Salmos 8:3-4
Tomado del libro Gracia para todo momento
Autor: Max Lucad

El Verdadero Significado de tus Obstáculos

El Verdadero Significado de tus Obstáculos

Artículo escrito por Leo Alcalá.

Todos los tenemos. Nadie escapa de ellos.

Toda historia de éxito los contiene. Y las de fracaso, también. Pero en el manejo de éstos es dónde se define la victoria o la derrota.

Hay quienes creen que su existencia significa que no deben seguir. Hay quienes se pierden en el juego y confunden su significado.

Sólo quienes comprenden el propósito de éstos, manifiestan la “alquimia” transformando lo que para la mayoría es una adversidad, en lo que para los que triunfan es una oportunidad.

Obstáculos. Problemas. Desafíos. Retos. Adversidad. Crisis.

¿Por qué? “¿Por qué a mí?”, dicen algunos.

Entender las razones y las causas de que algo se manifieste en tu vida es útil si esa búsqueda se convierte en claridad y cambio. Claridad para marcar mejor tu rumbo y cambio para ser más eficaz en el logro de lo que buscas.

Pero la mayoría de la gente, cuando se pregunta el por qué de sus tribulaciones, se queda atrapada en la culpa. O cuando menos, en la sensación de una autoestima debilitada por la realidad del momento.

Antes que buscar el por qué, es de mayor valor explorar el para qué.

Más que la razón, es una cuestión de propósito. ¿Cuál es el propósito de los obstáculos? ¿Para qué sirven?

Algunos te dirán que es para que abandones el camino. Argumentarán que las barreras son una indicación de que por ahí no es el camino. Los más negativos, dirán que los fracasos son muestra de que no tienes con qué.

Pero, ¿quiénes hablan así?

Los que no han logrado sus sueños. Los que se han quedado atrás. Quienes se han conformado con una pálida versión de lo que una vez creyeron que era posible.

Pregúntale a alguien que está viviendo su vida plenamente. Interroga al que ha triunfado. Pide consejo al que está del otro lado del fracaso. Explora qué piensa el que exuda plenitud.

Te dirán algo totalmente diferente.

Te entregarán un significado, un entendimiento sobre lo que significa un obstáculo, que es opuesto al de la mayoría.

Y no en vano lo han logrado. No por casualidad son quienes son.

Palabras más, palabras menos, te dirán lo siguiente:

Los obstáculos no están ahí para impedirte lograr lo que quieres. Las barreras aparecen en tu camino para darte el chance de mostrar cuán intensamente quieres lo que deseas.

Si no entiendes esto, al buscar entender el por qué algo sucedió te enredarás en la culpa y se debilitará tu determinación a lograr.

Es cuando comprendes que las barreras, los obstáculos, las adversidades, los desafíos y los problemas no están ahí para frenarte, sino para que decidas qué tanto lo quieres y fortalezcas tu carácter, podrás indagar en las causas con el entusiasmo por encontrar la próxima clave que te permitirá llegar más allá.

Los obstáculos no existen para frenar a quienes realmente están comprometidos con su éxito. Están ahí para detener a todos los demás.

Ante las circunstancias negativas en las que te puedas encontrar, recuerda esto: ellas también pasarán.

Así como ha sido todo en tu vida. Llegará en momento en que no estarán. Son circunstancias. Son eventos. Son etapas y estaciones.

Te toca a ti decidir si tu compromiso con lo que quieres es tan transitorio como el problema del momento, o si es ahora la oportunidad para conectarte con tu fuerza interna y avanzar.

Porque el éxito está lleno de obstáculos, de caídas, de tropiezos y equivocaciones.

Quienes lo conquistan no son perfectos. No son inmunes. Son simplemente seres de carne y hueso que deciden, ante cada nuevo desafío, perseverar. Una y otra vez.

Personas, como tú, que eligen entender que cada obstáculo es una oportunidad para renovar y reforzar su fe, su determinación y su convicción puesta en acción por mejores posibilidades.

¿Cuál es el verdadero significado de tus obstáculos? El que tú decidas.

En ti está relacionarte con lo que te sucede de manera potenciadora. De ti depende aprovechar las circunstancias para definir tu fe y poner tu determinación en acción.