lunes, 12 de julio de 2010

Alquimia. Paulo Coello

Alquimia

La beata de Baependi

Paulo Coelho
--www.paulocoelhoblog.com




Hace mucho tiempo, durante mi periodo hippie, mi hermana me pidió que fuera el padrino de su primera hija. Acabó pasando un año entero, y el bautismo nunca llegaba a celebrarse. Fui a preguntarle lo que había ocurrido, y ella me respondió: "Tú sigues siendo el padrino. Lo que pasa es que le hice una promesa a Doña Chica, y quiero bautizarla en Baependi, porque ella me concedió una gracia".

Nunca había oído hablar de Doña Chica. Los años hippies terminaron pasando, y finalmente, en 1978, se tomó la decisión, y las dos familias se desplazaron hasta allá. Descubrí entonces que Doña Chica, que no tenía recursos ni para su propio sustento, dedicó 30 años de su vida a construir una iglesia y a ayudar a los pobres.

Yo había pasado por un periodo muy turbulento de mi vida, y había dejado de creer en Dios. Había renunciado a mis locos sueños de juventud (entre los que se encontraba el de ser escritor). Me encontraba en aquella iglesia apenas para cumplir con un deber social. Mientras esperaba el inicio de la ceremonia, acabé entrando en la humilde casa de Doña Chica, al lado de la iglesia: apenas dos cuartos y un pequeño altar con algunas imágenes de santos y un jarrón con tres rosas, dos rojas y una blanca.

En un impulso, hice un pedido: "Si, a pesar de todo, algún día consigo llegar a ser el escritor en que quería convertirme, entonces regresaré aquí cuando tenga 50 años, y traeré dos rosas rojas y una blanca.

Con la única intención de recordar este bautismo, compré una estampita de Doña Chica. En el regreso a Río, se desencadena la tragedia: un autobús frena en seco súbitamente delante de mí.

Dando un volantazo consigo esquivar el choque, y también mi cuñado sale indemne. Aparcamos en el arcén. Yo busco en el bolsillo un cigarrillo, y junto al paquete sale la estampa de Doña Chica, silenciosa en su mensaje de protección.

En ese punto comenzaba mi camino de regreso hacia los sueños, hacia la búsqueda espiritual, hacia la literatura. Nunca me olvidé de las tres rosas.

Finalmente, los 50 años acabaron llegando.

Fui a Baependi a cumplir mi promesa. Alguien me vio llegando a Caxambu, y un periodista vino a entrevistarme. Cuando le conté lo que estaba haciendo allí, él me pidió: ­Escriba sobre Doña Chica. Su cuerpo fue exhumado esta semana, y el proceso de beatificación está en el Vaticano. Es necesario reunir todos los testimonios posibles.

­No ­dije yo­. Es una historia muy íntima. Sólo hablaría si recibiese una señal. Y me dije a mí mismo: "¿Qué tipo de señal podría ser? ¡Sólo la reconocería si alguien viniese a hablarme en su nombre!" Al día siguiente, sin olvidar las flores, subí al coche y me dirigí a Baependi. Cuando estaba a punto de entrar en la casa, una mujer joven salió de una tienda de ropa: ­Vi que dedicó su libro Maktub a Doña Chica ­dijo­. Le aseguro que se puso muy contenta.

Y no me pidió nada. Pero ésa era la señal que estaba esperando. Y ésta es la declaración pública que yo necesitaba hacer.

Alquimia. Paulo Coello

Alquimia

La beata de Baependi

Paulo Coelho
--www.paulocoelhoblog.com




Hace mucho tiempo, durante mi periodo hippie, mi hermana me pidió que fuera el padrino de su primera hija. Acabó pasando un año entero, y el bautismo nunca llegaba a celebrarse. Fui a preguntarle lo que había ocurrido, y ella me respondió: "Tú sigues siendo el padrino. Lo que pasa es que le hice una promesa a Doña Chica, y quiero bautizarla en Baependi, porque ella me concedió una gracia".

Nunca había oído hablar de Doña Chica. Los años hippies terminaron pasando, y finalmente, en 1978, se tomó la decisión, y las dos familias se desplazaron hasta allá. Descubrí entonces que Doña Chica, que no tenía recursos ni para su propio sustento, dedicó 30 años de su vida a construir una iglesia y a ayudar a los pobres.

Yo había pasado por un periodo muy turbulento de mi vida, y había dejado de creer en Dios. Había renunciado a mis locos sueños de juventud (entre los que se encontraba el de ser escritor). Me encontraba en aquella iglesia apenas para cumplir con un deber social. Mientras esperaba el inicio de la ceremonia, acabé entrando en la humilde casa de Doña Chica, al lado de la iglesia: apenas dos cuartos y un pequeño altar con algunas imágenes de santos y un jarrón con tres rosas, dos rojas y una blanca.

En un impulso, hice un pedido: "Si, a pesar de todo, algún día consigo llegar a ser el escritor en que quería convertirme, entonces regresaré aquí cuando tenga 50 años, y traeré dos rosas rojas y una blanca.

Con la única intención de recordar este bautismo, compré una estampita de Doña Chica. En el regreso a Río, se desencadena la tragedia: un autobús frena en seco súbitamente delante de mí.

Dando un volantazo consigo esquivar el choque, y también mi cuñado sale indemne. Aparcamos en el arcén. Yo busco en el bolsillo un cigarrillo, y junto al paquete sale la estampa de Doña Chica, silenciosa en su mensaje de protección.

En ese punto comenzaba mi camino de regreso hacia los sueños, hacia la búsqueda espiritual, hacia la literatura. Nunca me olvidé de las tres rosas.

Finalmente, los 50 años acabaron llegando.

Fui a Baependi a cumplir mi promesa. Alguien me vio llegando a Caxambu, y un periodista vino a entrevistarme. Cuando le conté lo que estaba haciendo allí, él me pidió: ­Escriba sobre Doña Chica. Su cuerpo fue exhumado esta semana, y el proceso de beatificación está en el Vaticano. Es necesario reunir todos los testimonios posibles.

­No ­dije yo­. Es una historia muy íntima. Sólo hablaría si recibiese una señal. Y me dije a mí mismo: "¿Qué tipo de señal podría ser? ¡Sólo la reconocería si alguien viniese a hablarme en su nombre!" Al día siguiente, sin olvidar las flores, subí al coche y me dirigí a Baependi. Cuando estaba a punto de entrar en la casa, una mujer joven salió de una tienda de ropa: ­Vi que dedicó su libro Maktub a Doña Chica ­dijo­. Le aseguro que se puso muy contenta.

Y no me pidió nada. Pero ésa era la señal que estaba esperando. Y ésta es la declaración pública que yo necesitaba hacer.

Paulo Coello

Alquimia

La oración que había olvidado

Paulo Coelho
--www.paulocoelhoblog.com




Caminando por las calles de São Paulo, recibí de un amigo ­Edinho de Oliveira­ un panfleto titulado "El instante sagrado". Impreso a cuatro colores, en excelente papel, no parecía tener ninguna iglesia o culto por detrás, respaldándolo. Apenas contenía el texto de una oración.

Cuál no sería mi sorpresa cuando vi que quien firmaba esta oración era... ¡Yo mismo! Había sido publicada a principios de los años 80, en la contraportada de un libro de poesía. No imaginaba que resistiría el paso del tiempo, ni que volvería a mis manos de una manera tan misteriosa. De todas formas, cuando la releí, no me avergoncé de lo que había escrito.

Puesto que estaba en aquel panfleto, y puesto que creo en las señales, me ha parecido oportuno reproducirla aquí. Espero que sirva de estímulo para que cada lector escriba su propia oración, pidiendo para sí mismo y para los demás lo que le parezca más importante. De esta manera, activamos una vibración positiva en nuestro corazón, que debe contagiar todo lo que nos rodea. La oración dice así: Señor, protege nuestras dudas, pues la duda es una manera de rezar. Ella es la que nos hace crecer, pues nos fuerza a mirar sin miedo a las múltiples respuestas posibles que pueden darse para una misma pregunta. Y para que tal cosa sea posible, Señor, protege nuestras decisiones, pues la decisión es una manera de rezar. Danos valor para, una vez vencida la duda, ser capaces de elegir uno de los dos caminos que se abren frente a nosotros.

Que nuestro sí sea siempre un sí, y que nuestro no sea siempre un no. Que una vez escogido el camino, jamás miremos hacia atrás, ni dejemos que nuestra alma se consuma en el remordimiento. Y para que tal cosa sea posible, Señor, protege nuestros sueños, porque el sueño es una manera de rezar. Haz que, independientemente de la edad que tengamos o de las circunstancias que afecten a nuestras vidas, seamos capaces de mantener encendida la llama sagrada de la esperanza y de la perseverancia. Y para que tal cosa sea posible, Señor, danos siempre entusiasmo, porque el entusiasmo es una manera de rezar. Él es el que nos vincula a los cielos y a la tierra, a los hombres y a los niños, y nos dice que el deseo es importante, y merece nuestro esfuerzo. Él es el que nos asegura que todo es posible, siempre que estemos firmemente comprometidos con lo que hacemos. Y para que tal cosa sea posible, Señor, protégenos, porque la vida es la única manera que tenemos de manifestar tu milagro.

Que la tierra continúe transformando la semilla en trigo, y que nosotros sigamos transformando el trigo en pan. Y tal cosa sólo es posible si tenemos amor; por lo tanto, nunca nos dejes solos.

Danos siempre tu compañía, y la compañía de hombres y mujeres que tienen dudas, actúan, sueñan, se entusiasman, y viven como si dedicaran todos los días a tu gloria.

Amén.

sábado, 3 de julio de 2010

Emprendedor… Hacedor de Hacedores 1 a Parte

Emprendedor… Hacedor de Hacedores

Juan Carlos Caramés Paz / juancarloscaramespaz@gmail.com

El próximo 30 de junio, del presente año, en el World Trade Center de Valencia estaré presentando y bautizando mi nuevo libro “Emprendedor, Hacedor de Hacedores”, enmarcado en una original conferencia, con una duración de dos horas, al estilo Juan Carlos Caramés Paz.

Es mi segundo libro, con un estilo diferente a mi primera obra “Significados, diez razones para renovar tu vida”. En la conferencia los asistentes conocerán una propuesta para ser “EMPRENDEDOR” y comenzar, bajo mi enfoque, a probar un sinfín de recomendaciones, actitudes y acciones, para afrontar este mundo turbulento de oportunidades que estamos viviendo. La introducción de este libro comienza así… La palabra “Emprendedor” deriva de la voz francesa “entrepreneur” que aparece a principios del siglo XVI para designar a los hombres relacionados con las expediciones militares. A principios del siglo XVIII los franceses extendieron el significado del término a otros aventureros como los constructores de puentes, caminos (constructores de andares). En sentido económico fue definida, también, como el proceso de enfrentar la incertidumbre. Ya hoy, en estos tiempos, las definiciones varían según muchos contextos.

Mi definición preferida de emprendedor es “Hacedor de Hacedores”, por eso llamé a mi segundo libro así. Hacer, transformar, enriquecer, mejorar, crear, dar beneficios al mundo. Convertirte en el hacedor de lo que sueñas, de lo que deseas.

Un hacedor de hacedores es su propio títere, su propio jefe, su propio líder. Crea y alimenta las ganas que serán el motor impulsor para llegar a una meta dada.

Siempre están haciendo, siempre están desafiando, buscando qué cosa nueva entregar al mundo. Saben que parar, significa comenzar un próximo camino.

Un hacedor de hacedores vigila su espíritu alentador, nunca decae a pesar de las circunstancias. Si se cae se vuelve a levantar, sin quejas ni victimismo. Es como un muñeco porfiado, de esos que van y vuelven, pero nunca se caen.

Un emprendedor es un conjunto de perfiles que deben actuar, todos, casi al mismo tiempo. No hay edad para convertirte en emprendedor. Es una cuestión de decisión y determinación. En este libro, hago énfasis en algunos perfiles que definen la personalidad de un emprendedor.

Veamos algunos… Él crea las oportunidades. No espera que nadie le dé una oportunidad (en el buen sentido de la palabra), cree en él y en su proyecto y lucha por sacarlo adelante.

Un emprendedor es una persona que toma riesgos, tiene iniciativa y creatividad para que las cosas sucedan. No solamente es un espectador de lo que pasa. Es audaz y tiene una alta confianza en sí mismo. Es tenaz, responsable y constante en lo que se propone. Un emprendedor es aquél que tiene capacidad de transformar y generar cambios. Tiene una gran fuerza propia, una energía interna que lo moviliza más allá del marco de referencia. Germinador de ideas, y las pone a crecer para después salir a sembrar de nuevo con su creatividad e ingenio. Se lanza a la aventura de recorrer caminos inexplorados y encontrar ideas innovadoras, buscando siempre resaltar con una tradicional originalidad.

Ya entrando en los capítulos, de mi libro, deseo destacar algunos puntos en especial…

Un emprendedor posee en su personalidad un significado, interno, especial sobre la constancia. Él sabe que nunca debe olvidar, día tras día, las siguientes cinco recomendaciones…

1.- Mantener por tiempo suficiente un anhelo para convertirlo en realidad. Debe mantener la certeza de persistir cueste lo que cueste, dure lo que dure.

2.- Constancia es la frecuencia que adoptamos como unidad para adueñarnos de nuestro mejor deseo.

3.- Aprender a ser constante con la constancia. Nunca olvida que la velocidad de un emprendedor es “Sin prisa, pero sin descanso”.

4.- Aprender a buscar en lo más profundo de su corazón, ese algo, para dar a cada paso el mismo entusiasmo y anhelo.

5.- Observar el horizonte, sin mirar atrás, para sostener su visión soñada.

Cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad… Ninam

Un emprendedor se enfoca en sus fortalezas, mientras dedica tiempo, en mejorar sus debilidades.

Debes aprender a descubrir lo que te destaca, lo que se te hace fácil, lo que haces que pocos logran, lo que casi nadie se atreve y tú sí. Puede ser cualquier cosa. Pon atención a lo que dicen tus amigos, tu familia, sobre esas acciones en la que te consideran especial, y tú no te has dado cuenta todavía. Comienza, poco a poco, a descubrir cómo ese “algo especial” lo puedes capitalizar más grande e impactante. No te imaginas lo que te puede pasar. No veas como una suerte, sino como una señal, cada vez que alguien te diga “qué bueno eres en eso…”, “qué fácil lo haces…”, “que lástima que no te dedicas a eso…”.

Cuando haces algo que te gusta, y que casi nadie lo puede hacer como tú, comienzas a ver la vida de otra forma. No todos nacimos para hacer todas las cosas en grande, pero sí podemos hacer cosas pequeñas a lo grande… Aprender a buscar lo que te hace, fácilmente, ser diferente que el promedio. Persigue las señales de la vida, que por eso mismo son señales. No inviertas un segundo más en desperdiciar esa oportunidad.

Finalizo con un pensamiento de Milton Berle, el cual nos regala con palabras una especial sabiduría…

Si no puedo ser alguien que “es”, prefiero ser alguien que “pudiera ser”, porque alguien que “pudiera ser”, es alguien que “puede ser”, que está tratando de alcanzar las estrellas.

Prefiero ser alguien que “ha sido”, que alguien que “ha podido ser”, porque alguien que “ha podido ser” nunca ha sido, pero alguien que “ha sido” en otra época, fue alguien que “es”.

Emprendedor… Hacedor de Hacedores 2a parte

Clasicos Gerenciales
Emprendedor… Hacedor de Hacedores



En esta segunda entrega, sobre mi nuevo libro “Emprendedor, Hacedor de Hacedores”, el cual estaré bautizando el próximo 30 de junio, en el World Trade Center de Valencia, quiero destacar tres aspectos a resaltar en el perfil de un emprendedor.

Primero, conoce muy bien actitudes que fortalecen su capacidad para generar más, destacando las siguientes…

1.- Hace que las cosas sucedan.

2.- Evita quejarse de sus condiciones de trabajo. Por el contrario, hacer ajustes para optimizarlo.

3.- Siempre hace las cosas bien desde la primera vez.

4.- Transmite ánimo por su manera de conversar.

5.- Siempre cumple lo que ofrece.

6.- Normalmente da más de lo que se le pide.

7.- Rechaza los pensamientos negativos, que lo apartan de sus anhelos.

Continuando con las premisas, hago referencia a la segunda. Hace de lo imposible un estilo para soportar lo que sea necesario en hacer realidad cualquier sueño o deseo. Es oportuno citar a Confucio, cuando una vez escribió… “Ante todo es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones; es necesario descubrir nuestro destino para poder tomar la firme determinación de dirigirnos hacia él. Una vez tomada esta determinación, nuestro espíritu se verá libre de toda vacilación e inquietud.

En cuanto se haya consolidado esta serenidad y tranquilidad de espíritu, gozaremos de una profunda paz interior que ningún acontecimiento podrá alterar. Cuando gocemos de esta paz inalterable, estaremos en condiciones para meditar y penetrar en la esencia de todas las cosas. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habíamos propuesto”.

Un emprendedor, de vez en cuando, se hace preguntas que lo instan en seguir avanzando y lo motivan en mantener el rumbo. Algunas que, a veces me hago son:

¿En este momento, tengo la curiosidad de ver y detallar cada problema como una oportunidad disfrazada?

¿Insisto y persisto en hacer realidad mis aspiraciones, deseo y anhelos?

¿Actualmente, tengo algo entre manos (ese proyecto importante) que me tiene sin sueño, con un tipo de ansiedad positiva por verlo en color real?

¿Siempre estoy interesado en buscar y aprender cosas nuevas que me puedan impactar de manera positiva en mi vida?

¿Dispongo de una parte de mi tiempo para invertirlo en lo que más me gusta, en lo que más me motiva, en lo que me hace sentir vivo?

La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual.

Gregorio Marañón

Tercero. Un emprendedor practica una sabiduría que lo destaca del promedio y lo diferencia de lo normal, persiguiendo el asombro y llenando de posibilidad lo que persigue en la vida. Llena su vitalidad a través de la siguiente forma de pensar:

1.- Se obliga a mantener una conversación positiva consigo mismo. Es la energía que lo impulsa.

2.- Practica el hábito de romper la rutina y hacer de una aventura el buscar.

3.- Busca encontrar dentro de lo inesperado, el sabor esperado de la vida.

4.- Descubre que cada dificultad es una oportunidad disfrazada.

5.- Buscar capitalizar enseñanzas, en cada camino equivocado.

6.- Sabe que no existe una piedra que no podamos aprovechar para nuestro crecimiento.

7.- Sabe que si está convencido de una idea nueva, probará todos los caminos hasta verlo convertido en realidad.

8.- Constantemente pone a prueba su capacidad de preguntar y cuestionar el Statu Quo.

9.- Busca involucrarse en circunstancias que le permita conocer el sabor de lo desconocido.

10.- Se pregunta para cuestionarse y evitar la rutina. Adquiere el hábito de romper sus hábitos.

11.- Busca superarse personalmente en todo, como una medida para alcanzar lo extraordinario.

12.- Busca estar conectado con lo asombroso e increíble, lo nuevo y espectacular. Siempre se dice “¿Cómo lo sabremos si nunca lo intentamos?”.

Un emprendedor, para hacer valer los doce puntos anteriores, sigue una receta especial: Encuentra satisfacción en su vida diaria. Se la pasa preparándose, ya que sabe que su oportunidad puede llegar en cualquier momento. No se permite quedar entrampado en la negatividad de otros. En una situación negativa, identifica lo positivo y se aferra a ello con tenacidad. Nunca permite que sus debilidades oscurezcan sus habilidades.

Y, además, soluciona los problemas pequeños antes de que crezcan hasta convertirse en situaciones inmanejables. Practica llevando a cabo pequeñas tareas desagradables para que, cuando llegue el momento del sacrificio real, se encuentre bien entrenado.

Una recomendación final…

Una actitud de lo de mañana trae consecuencia si hubiera tenido que hacerlo ayer.

No permita que las molestias menores crezcan hasta convertirse en emergencias pendientes.

La diferencia entre bueno y grandioso está relacionada con cuánto le importe lo que este haciendo.

No se conforme con menos de lo mejor de sí mismo.

“Las acciones correctas para el futuro son la mejor disculpa de las equivocaciones del pasado”.

Tryon Edwards

Emprendedor .... Hacedor de hacedores 3ra parte

Emprendedor .... Hacedor de hacedores 3ra parte

Juan Carlos Caramés Paz / juancarloscaramespaz@gmail.com

En esta tercera y última entrega, sobre mi nuevo libro “Emprendedor, Hacedor de Hacedores”, el cual estaré bautizando el próximo 30 de junio, y del cual haré una conferencia en el World Trade Center de Valencia, quiero destacar más aspectos a resaltar en el perfil de un emprendedor y en sus cualidades para hacer realidades.

Un emprendedor debe vigilar hábitos, actitudes, comportamientos y costumbres que pueden intoxicar su habilidad y deseo de hacer. Siempre van a estar allí, tentando a contaminar. Siempre, estarás tú para marcar la

diferencia, esa gran diferencia.

Algunos de ellos destacan…

1.- No terminar lo que comenzamos.

2.- Dejar las cosas a medias.

3.- Lentitud, en muchas cosas que hacemos.

4.- Ver siempre a un culpable de lo que nos pasa. Ver que nunca soy parte de la solución.

5.- Bajar la intensidad de hacer las cosas bien, mientras avanzamos.

6.- Conformarse con ser el mejor de los promedios.

7.- Apatía en tratar de ser lo mejor.

8.- Miedo en asumir las consecuencias de un riesgo, por temor a equivocarnos.

9.- No asumir los cambios necesarios.

10.- Dejadez, como va viniendo va saliendo (si es que sale).

Para evitar caer en algunos de los puntos, anteriormente expuestos, un emprendedor puede tratar de ver su vida de otras mejores y más interesantes posturas. Podemos escoger los pensamientos; también podemos escoger y elegir nuestras mejores posturas. Veamos algunas:

Primera Postura: En el mundo existe 3 tipos de personas, las que ESPERAN QUE LAS COSAS SUCEDAN, las que HACEN QUE LAS COSAS SUCEDAN, y las que preguntan ¿Qué Pasó?, y a veces hasta quejándose. Recuerda, las oportunidades son como los amaneceres… si esperas demasiado, simplemente, te los pierdes.

Nunca olvides “La indecisión es el ladrón de la oportunidad”.

Segunda Postura: No se puede cambiar el destino de un día para otro, pero sí se puede cambiar el rumbo de un día para otro. Un emprendedor, basa su día a día sobre la base del cambio, del iniciar, del provocar, del dejar salir a la luz lo mejor de sí. Sólo es una simple cuestión de decisión, ¿hoy haré ese cambio que tanto necesito? Recuerda, la decisión está en tus manos. Colócala en el corazón y escúchalo, siéntelo a ver que te dice el día de hoy.

Tercera Postura: Si nadie está dispuesto a pagar por lo que te gusta hacer, entonces tienes una afición, no una carrera. Un emprendedor escoge como carrera su proyecto de vida, entregándose a ella como estilo. Lo hace dándolo todo, generando lo extraordinario en su manera de ser. No se puede esperar menos de alguien que se entrega en lo que más le gusta hacer.

La gran pregunta, que podemos hacer, con cierta frecuencia en nuestra vida, ¿Estamos entregados haciendo lo que más nos gusta? Si la respuesta es no, por alguna circunstancia, ¡que bueno!, ya sabemos que es “no”. Busca entonces, comenzar a perseguirlo; nada más.

Cuarta Postura: Antes decía, “Las cosas cuestan mucho”. Entonces un maestro me aclaró la cuestión diciendo, “El problema no es que las cosas cuesten mucho. El problema es que usted no puede pagar lo que cuestan”. Ahí fue cuando entendí por fin que el problema no eran “las cosas” -¡el problema era “yo”!

Un emprendedor, constantemente, revisa que debe cambiar para conseguir lo que desea en la vida. No es solamente dinero, a veces, debemos cambiar rutinas para conseguir mejores resultados. A veces, debemos cambiar amistades, para contagiarnos mejor constructivamente. A veces debemos perder algo, para obtener lo mejor.

Quinta Postura: Constantemente tiene usted que hacerse estas preguntas: ¿Con quién ando? ¿Qué me están haciendo? ¿Qué me tienen leyendo? ¿Qué me tienen diciendo? ¿Hacia dónde me dirigen? ¿Qué me tienen pensando? Y lo más importante, ¿en qué me están convirtiendo? Entonces hágase la gran pregunta: Y ¿está bien?

Si la respuesta en lo más sagrado de su corazón le dice que no, entonces muévase. Nadie mejor que usted, sabe lo que tiene que hacer. Si hace lo contrario, entonces, no se queje de los próximos días de su existencia en este maravilloso planeta.

Sexta Postura: Algunas cosas hay que hacerlas todos los días. Bañarse siete veces el sábado por la noche, en lugar de una vez al día, no va a resolver el problema.

Nunca olvides las siguientes semillas…

- Con sacrificio puede ser que logres poco, pero sin él es seguro que lograrás nada.

- Arturo Graf, una vez dijo “La constancia es la virtud por la cual las virtudes dan fruto”.

- Dice un proverbio chino… “Más difícil que abrir una tienda para comerciar, es mantenerla abierta”.

Nunca olvides… Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio. Un emprendedor se dedica a llenar cada hora de su vida con un merecido valor.

Recuerda que la vida, promedio, no llega al millón de horas. Hay muchos que se dedican a desperdiciarlas.

Séptima postura: Evita en lo posible ser promedio, y mucho menos el promedio de los promedios. Cuando eres promedio, casi nadie se acuerda de ti. No te destaca. Busca hacerlo en lo que haces, inventa algo que atraiga “de la atención a la admiración”.

Cuando eres promedio evitas destacarte. Atraes lo que todo el mundo es capaz de hacer. Salir de los promedios produce admiración, y es el camino que busca todo emprendedor.

Octava Postura: Ya no basta comentar si el vaso está medio lleno o medio vacío. Un emprendedor basa su vida en ver cómo hace para llenar por completo cada vaso, al verlo siempre como una oportunidad. Evitemos desperdiciar nuestro tiempo invirtiendo instantes de segundos o minutos en ver si algo está medio lleno o medio vacío, eso nos aparta de la meta.

Nunca descuides tu norte, en vaciar, por completo el vaso, o simplemente desbordarlo.

Novena Postura: Evita pensar igual que los demás. Donde todos están pensando de la misma manera, significa también, que todos están desaprovechando las mismas oportunidades. Un emprendedor persigue la originalidad, busca la novedad, se hace esclavo positivo de la sorpresividad.

Décima Postura: No se puede estar a medias en un sitio. O intensificamos nuestro propósito, o hacemos todo lo posible por encontrarlo. Cuando el emprendedor carece de propósito, entonces la vida se antoja de buscarnos el que se le antoje. Y a veces es el que menos nos gusta.